España, ese gran banquillo
domingo 22 de enero de 2012, 15:35h
¿Qué dirá el jurado sobre el caso de los trajes de Camps? Quien me haya seguido en este caso, sabrá que nunca le he dado tanta importancia al hecho en sí como a que en la Comunidad valenciana, siento decirlo, algo olía a podrido y véase, si no, el 'caso Carlos Fabra'. Se ha gastado mucha cohetería -y mucho dinero-en un juicio que apenas lleva aparejada la pena de una falta, suponiendo que el ex presidente valenciano fuese declarado culpable, y acaso nos hemos dejado atrás, en el olvido, cosas mucho más graves. Lo mismo podría decir del proceso que se siguió -y los que se seguirán-contra Baltasar Garzón: las salas de los tribunales sustituyen ahora al 'pan y circo': los ciudadanos devoran cada detalle del absurdo comportamiento de Camps ante los jueces, cada palabra que sale de la garganta rota de Garzón. Y esto es solamente el comienzo, que ahora vienen Urdangarín, Blanco... Un observador casual podría pensar que España es un país profundamente corrompido, de Baleares a Andalucía, de la Comunidad Valenciana a Cataluña, de Castilla-La Mancha a Madrid, de Galicia a... Un país en el que casi todo ha sido posible, en el que -como en cierta ocasión dijo un ex ministro de Economía-era fácil hacerse rico en un tiempo récord. España ha sido, es, un gran banquillo en el que, generalmente, se dilucidan cuestiones de menor cuantía, aunque de máxima podredumbre moral. Lamentables ejemplos, que, sin embargo, no ofrecen, me parece, la radiografía real de un país. Ya sé que lo más fácil sería acusar, sin más, a la clase política, a ciertas instituciones, al entorno del Rey, a los banqueros, de ejercer sistemáticamente prácticas corruptas; seguro que muchos aplaudirían una tal acusación. Pero yo no puedo, con los datos que manejo, lanzarla. Sigo pensando que, mejor o peor preparada, mejor o peor acostumbrada al derroche, nuestra clase política es básicamente honrada, y lo mismo diría yo para los restantes estamentos. Lo que vemos en las salas de juicio son o excepciones o -así lo pienso en el caso de Garzón, un pésimo instructor, sin duda, pero no un prevaricador-demasías; sigo pensando que los que se sientan en el banquillo son, por muy conocidos y populares que sean, los menos poderosos de los poderosos, carne de cañón mediático, como Camps, listillos que creen que pueden abusar permanentemente de los demás, como Carlos Fabra, aprovechados de una posición que no merecían ocupar, como Urdangarín, tipos con la cara muy dura, que creían que todo se les debía, como Jaume Matas. Claro que no digo que estas gentes no deban ser juzgadas, aunque piense que el ruido mediático es, ocasionalmente, excesivo. Deben, obviamente, ser juzgadas y castigadas. Lo único que digo es que estamos, quizá, difundiendo la imagen de una España sin escrúpulos que no es del todo cierta. Y tengo para mí que la seguridad en que toda irregularidad se acaba conociendo y va a parar a los tribunales va a frenar en seco todos esos abusos; una especie de vacuna facilitada por una crisis que va a dar para muy pocas alegrías en el sector público.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (3)
2465 | eugenio de la cuesta - 24/01/2012 @ 12:15:41 (GMT+1)
Pues sí, lo confirmo, la LEY no es igual para todos, y entre los que procesan a Garzón los hay bastante más PREVARICADORES que él, que se pasan la ley, el derecho, la decencia y la honradez por el arco del triunfo. Y en el Tribunal Supremo se prevarica, en los demás tribunales también, incluido el Tribunal Constitucional.
El que estos esos "respetables" magistrados se comporten como delincuentes solamente depende de los intereses involucrados.
Y que conste, tendría que ser redundante decirlo, pienso que Garzón debería estar fuera de la carrera judicial hace mucho tiempo, pero por otras cosas que también afectan a estos indecentes elementos.
Me cabe la satisfacción, lo que no puede evitar la frustración personal y la constatación de que quienes deberían protegernos colaboran con los delincuentes,de habérselo dicho en su puta cara.
Como el enlace que copio es de dominio público, siempre tienen la ventajista posibilidad de querellarse contra mí por injurias, calumnias o lo que les de la real gana.
No me escondo; ahí está mi nobre. Solamente pido luz y taquígrafos.
Saludos.
https://docs.google.com/document/d/1wYr2Dqzq036ukWTuCb2eWIoTMlpNIQiC2xFM-p055bU/edit?hl=es
2437 | Cuquiña - 23/01/2012 @ 09:28:00 (GMT+1)
Naturalmente que no todo el mundo es corrupto, pero que entre los poderosos hay una sensación de impunidad y que vale todo, sí que se ve en demasiados casos. Aparte de los aquí mencionados, vd. no dice ni media palabra de lo que estamos viendo en Andalucía, apestoso nepotismo, despilfarro, dinero de los parados para meter en eres falsos a gente que no se lo ha currado, y todos estos cuando existen organismos que deben vigilar para que esto no ocurra, interventores, tribunales de Cuentas en todas las regiones y hay que preguntarse ¿para qué nos han servido con lo caros que nos cuestan? ¿para qué nos ha servido un fiscal General del Estado que ha ejercido como del Gobierno? Los españoles no nos merecemos esto, no nos merecemos que el BOE de los últimos meses haya sido dedicado a subvencionar a organizaciones próximas al Psoe. Es verdad que todos no, pero demasiados sí.
2435 | Andale Jijoles - 23/01/2012 @ 09:27:56 (GMT+1)
No es país corrompido es burocracia corrupta.
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