Francisco Paesa, el espía que le hacía trabajos sucios al Ministerio del
Interior en la etapa de Felipe González, siempre ha sido un 'muerto muy vivo': después
de entregar por dinero a Luis Roldán, planificó y escenificó su propia muerte,
fue encontrado 'vivo' por El Mundo y luego volvió a desaparecer. Ahora, este
antiguo amante de la viuda de Sukarno ha sido 'encontrado', según la Cadena
Ser: fue detenido en octubre en el aeropuerto de Lungi (Sierra Leona) ante la
sospecha de estar participando en una operación de tráfico de drogas,
La Cadena Ser cita fuente del Ministerio de Exteriores, las cuales habrían
dicho a la cadena que al ser detenido en Sierra Leona
Francisco Paesa habría
dicho que viajaba a ese país africano -que él conoce muy bien, porque supuestamente
traficó allí con armas- en representación de un abogado francés por un negocio de
antigüedades: en concreto, perfumes y máscaras de oro chinas.
Parece ser que junto a Paesa viajaba su sobrino,
Alfonso García Paesa, que
ejerce de abogado en Luxemburgo y quien, según la Ser, dijo que acompañaba a su
tío porque su delicado estado de salud y para ofrecerle asesoramiento legal.
No obstante, según las mismas fuentes, Paesa y su sobrino permanecieron
retenidos tres días, pero fueron puestos en libertad al no pesar sobre ellos
ninguna orden de búsqueda internacional.
Hay que recordar que Paesa tiene un pasado realmente novelesco, pero que es
más conocido por entregar al prófugo
Luis Roldán, ex director general de la
Guardia Civil, al ex ministro de Justicia e Interior,
Juan Alberto Belloch, por
300 millones de pesetas (1.800.000 euros). Luego fingió su muerte e
incineración en Bangkok (Tailandia) en julio de 1998.
Sin embargo, el diario El Mundo descubrió años más tarde la farsa. Unas
fotografías y la investigación realizada por el periodista
Antonio Rubio demostraron
que el espía estaba vivo seis años después de que su hermana anunciara su
muerte en Bangkok por un paro cardiaco y de que un periódico publicara su
esquela. En realidad, Paesa residía en Luxemburgo y usaba un pasaporte
argentino a nombre de
Francisco Pando Sánchez.