La nueva recesión ya comenzó
viernes 25 de noviembre de 2011, 07:42h
Las dudas sobre si una
nueva recesión en ciernes afectaría finalmente a la zona euro se han disipado:
la recesión ya está entre nosotros. Los datos económicos negativos del último
mes no son circunstanciales, simplemente son los primeros de una recesión que
durará buena parte del 2012 (si tenemos suerte). Y todo indica que los
resultados finales de este último trimestre mostraran decrecimiento o frenazo
en el crecimiento de todos los países de la zona: ni siquiera Alemania se libra
del parón.
En realidad, al anunciar
estos hechos, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), la entidad que
representa la gran banca europea y buena parte de la mundial, no ha hecho otra
cosa que confirmar lo que se comentaba en los pasillos de las instituciones
comunitarias. La única diferencia consiste en que los funcionarios europeos no
podían decirlo públicamente.
Bien, la indeseada recesión
ya ha llegado. ¿Moverá a la reflexión sobre sus causas, por ejemplo al complejo
"Merkozy"? ¿O seguirán en sus trece, con el manejo financiero ortodoxo? Porque
es cierto que hay que poner en orden las finanzas públicas, pero no solo de
recortes vive la economía. Es imprescindible usar la estrategia mixta de
recorte e incentivos económicos, por más que ello signifique recortar el gasto
público y trasladar recursos a la actividad privada.
Si, ya sabemos lo de que
eso es premiar a los que motivaron la crisis o, en todo caso, a los que no
movieron un pelo frente a los directamente responsables. Pero la reactivación económica no puede
producirse sino a través de la actividad privada, aunque pueda incentivarse
también desde el sector público. Podemos protestar todo lo que queramos, pero
así funciona la economía de mercado y no hay nadie que a estas alturas
desconozca lo que significó su sustitución por la planificación central. La
cuestión es compilar bien las lecciones aprendidas desde la política para que
la próxima vez no nos dejemos confundir. Esperemos que la mala memoria no nos
domine y recordemos para siempre que no hay que repetir eso de "no pinchamos a
tiempo la burbuja" o aquello de "¿Quién iba imaginar la gravedad de la
crisis?".
En todo caso, insisto,
ahora estamos en otra. La cuestión del momento es cómo recuperar el crecimiento
y para ello las frases manidas de la izquierda divina no nos ayudan en
absoluto. En ese contexto, tengo que decir que me gustó bastante la serenidad
del líder de Comisiones Obreras, Ignacio
Fernández Toxo, en los Desayunos de TVE, optando claramente por la negociación
ante lo que se nos viene encima. Veremos cuánto tiempo puede mantenerse en esa
actitud.
Por otra parte, ya estamos
ciertos de que los recortes sin más contribuyen a la recesión. Doña Angela no
tendrá más remedio que dar su brazo a torcer en cuanto a la mayor intervención
del Banco Central Europeo. Está muy bien empujar una mayor articulación fiscal,
pero eso no debe colocarse como alternativa a la intervención del BCE. Ambas
cosas son necesarias. Todo parece indicar que el arte para salir de la crisis
es seguir aquel viejo refrán "a Dios rogando y con el mazo dando". El grave
problema en Europa es que no hay muchos/as artistas que actúen con celeridad.
Mientras, los inversores ya prefieren la deuda británica a la alemana.
Esperemos que la señora Merkel sepa entender la señal.
Quien no debe estar muy tranquilo
es Mariano Rajoy. De hecho todo indica que la reunión con Rato tuvo bastante de
consulta sobre si la situación esta tan fea y puede pintar aun peor. Ya lo
dijimos: puede que Rajoy tenga la mala suerte de que al tercer intento llegue
al Gobierno para enfrentarse a una situación ingobernable. Esperemos que la
suerte le acompañe y salga airoso del empeño, porque la cosa siempre puede
empeorar. Los tiempos ya no están malos,
están pésimos para la lírica.