Nos lo cuenta Madridiario.es: desde hace algún tiempo, muchos son los rumores y las apuestas sobre la
posibilidad de que la actual teniente de alcalde y delegada de Medio
Ambiente y Movilidad,
Ana Botella, acabe ocupando el puesto de alcaldesa. Para ello,
Rajoy debería llamar al actual alcalde,
Ruiz-Gallardón, para formar parte de su equipo de gobierno. A menos de dos meses para la celebración de las elecciones generales,
los rumores han dado un paso más y ya se habla, incluso, de que algunos
aspectos de las competencias que aglutina Botella en su Área de Gobierno
que se están retrasando o andan paralizados podrían ser los efectos colaterales
de esta posibilidad. Y es que la concejalía ahora dirigida por ella
podría cambiar a su cabeza visible y a parte de su equipo en caso de que
tenga que coger el bastón de mando de la ciudad de Madrid.
El propio Rajoy aseguró hace unos días que ve a la concejala como una
"magnífica alcaldesa",
aunque no despejó la incógnita sobre si Ruiz- Gallardón irá en las
listas del PP al Congreso de los Diputados. Fuentes municipales, no
obstante, apuntan que el primer edil ocupará una de las primeras
posiciones en las papeletas electorales y que abandonará su puesto de
regidor de la ciudad de Madrid cuando el líder popular forme gobierno,
algo que podría retrasarse hasta los días previos a la Navidad. Sería
para convertirse en ministro. Los rumores apuntaban que Alberto
Ruiz-Gallardón habría pedido encargarse de la cartera de Defensa.
En esta tesitura, el actual alcalde tendrá que modificar su argumentario en relación a su puesto en el Ayuntamiento.
Hasta ahora, el primer edil había prometido que no abandonaría el
Consistorio y que cumpliría en el cargo toda la legislatura, tal y como
había hecho en todas las obligaciones que tuvo anteriormente. Esa
posibilidad era compatible si solo ejercía como diputado raso,
presidente del Congreso o portavoz del Gobierno. Sin embargo, los
hipotéticos planes que están sobre la mesa darían al traste con esa
posibilidad.
Desde luego, el alcalde no ha negado nunca su interés por saltar a la
política nacional. Tras su fracaso en 2008 al intentar que Rajoy le
llevase en sus listas al Congreso, el primer edil pasó de plantearse su
futuro en la política, a estar a lo que le mandase el partido, siempre
encantado de seguir en el puesto de alcalde, el mejor cargo, a su
juicio, para un político. Luego comenzó de nuevo a plantear su traslado.
Explicó que son mayores las posibilidades para mejorar la vida de la
gente desde un ministerio, pero negó a Madridiario que nadie le hubiese ofrecido nada. Parece que las cosas han cambiado. Ahora habrá que ver qué consecuencias tiene su probable salida del Ejecutivo municipal.