El proceso de paz está acaparando la atención de más despachos de los imaginables en el Ministerio del Interior, que dirige
Alfredo Pérez Rubalcaba. En uno de ellos, que lleva la asesoría legal, hay al menos dos funcionarios de alto nivel que llevan meses trabajando prácticamente 'full time' (a tiempo completo, vamos) en el tema. Reuniones, contactos y viajes discretos al País Vasco ocupan su trabajo hasta límites insospechados.
Uno de estos funcionarios no ha podido reprimir su preocupaciòn por cómo se están desarrollando las cosas y, cuando más seguro estaba de que nadie 'inconveniente' le escuchaba, hizo la siguiente confesión a uno de sus compañeros:
"¿Y si es ETA quien marca los tiempos? ¿Y si está jugando con el tiempo a su favor, conocedora de que las elecciones autonómicas y locales, primero, y las generales, después, se acercan inexorablemente y que al Gobierno no le interesa una ruptura de tregua, y mucho menos un atentado, en estas fechas previas a las citas con las urnas? ¿Y si en La Moncloa empiezan a encontrarse como en un callejón sin salida o, mejor dicho, sin la salida que Zapatero tenía prevista? El tiempo corre y el Ejecutivo necesita resultados"...
Damos fe de la proverbial discrección de este funcionario. Pero el azar a veces juega malas pasadas y en esta ocasión sus íntimas inquietudes fueron escuchadas, casualmente, por un editor de este diario.
Txeroki’ treinta incondicionales
Según hemos podido saber de fuentes policiales, el líder del 'ala dura' de ETA, ‘Txeroki’, dispone de una treintena de etarras incondicionales adscritos al aparato militar, y se sospecha que ese grupo muy violento podría formar el embrión de una nueva ETA si el proceso no llegara a buen puerto y la banda -o una parte- reanudara la actividad terrorista. Podría producirse entonces una escisión -que es lo que más teme el Gobierno socialista-, pero entonces ‘Txeroki’ no contaría sólo con ese aparato militar al que nos hemos referido, sino que sumaría muchos más efectivos con etarras 'legales' (no fichados), que habrían sido captados en los últimos meses.
Esos ‘legales’ serían, según nuestras fuentes, pistoleros muy jóvenes –menores de 30 años-, entrenados en la “kale borroka” y ocultos en Francia en los llamados “taldes de reserva”, los cuales no estarían controlados –y acaso sus nombres ni siquiera serían conocidos- por Josu ‘Ternera’. De hecho, en algunos medios se habla de que el nuevo organigrama etarra diseñado para funcionar a partir de ahora estaría compuesto por esos jóvenes ‘sin pasado’, que abarcarían los once ‘aparatos’ de la estructura de la organización.
Según cree la policía, el ‘lugarteniente’ de “Txeroki” podría ser Asier Eceiza Ayerra, quien, junto con Joseba Troitiño, formó parte de un comando que llevó a cabo ‘campañas de verano’ en la costa levantina. Troitiño fue finalmente detenido, pero en ese momento ya era el número dos del ‘aparato militar’, un hombre de la máxima confianza de ‘Txeroki’. Pues bien, parece que su puesto lo ha tomado ahora Eceiza Ayerra.
Otras fuentes nos apuntan que junto a esa treintena de sangrientos etarras ‘desconocidos’ que estarían del lado de ‘
Txeroki’ también estarían otros que sí son conocidos por
la Policía española y
la Gendarmería francesa. Se cita en lugares preeminentes a
Eneko Gogeaskoetxea Arrona (que formó parte del ‘comando Vizcaya’, como el propio ‘
Txeroki’);
José Luis Eciolaza Galán, alias “
Dienteputo”;
Iker Iparragirre Galárraga, y
Ekaitz Aguirre Goñi.