www.diariocritico.com
Pasaba por aquí: ¿Un pino?

Pasaba por aquí: ¿Un pino?

miércoles 01 de junio de 2011, 23:34h
He de confesar, estimado, improbable e inteligente lector, que mi capacidad de asombro va rompiendo sus límites para casi desaparecer. No sé si es por la edad, pero leo, releo y no me lo creo. Esto de la prensa digital tiene mucho peligro, intrínseco y del otro. Una tiende a leer las primeras páginas en diagonal, a veces muy deprisa, un vistazo y a otra cosa. Ocurre entonces que se te dispara una alarma interna, un farolillo y te dices… “Ruiz, no puedes haber leído eso, seguro que has leído mal o no lo has entendido…”. Y Ruiz relee para constatar ¡ay! que estaba en lo cierto en la primera ojeada, que la frase era tal cual. Véase, si no, cómo todo un rey, cabreado pero rey, les espetó a los periodistas aquello de “Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días”. ¿Un pino? Sí, un pino… Si hubiera dicho SM aquello de un “pepino” podríamos haberlo entendido cual juego de palabras por lo mal que nos quieren los germanos, o lo mal que les sienta que nuestras hortalizas sean buenas, bonitas y baratas… Pero lo del pino no logro entenderlo. Quizá porque soy plebeya y hay juegos de palabras destinados sólo a la nobleza y los abolengos rancios. Si yo hubiera estado allí, ante SM, oyendo en directo la frase, no habría podido reprimirle y le hubiera repreguntado (norma de obligado cumplimiento para cualquier periodista): Señor ¿Un pino en la tripa? ¿Qué quiere decir con eso? Pero parece ser que nadie (con la que les había caído) tuvo nada que decir al respecto de la real tripa y el pino insertado en ella. Anécdota ésta sobre la que más sesudos columnistas, opinadores y contertulios ya habrán dicho cosas más atinadas que servidora pero, qué quiere, estimado lector, sorprendida me hallo. También me sorprende que la gente del 15M no se dé cuenta de que ya hay que mover el culo de las plazas y ponerse a trabajar en lo concreto. Acabada la sorpresa, la rebelión pacífica, la indignación en suma, lo mejor es canalizar (no meter en un redil) las protestas y darles concreción. Si no, ya saben, se disolverá como lágrimas en la lluvia y quedará como anécdota, no como revolución. Y vaya forma de dilapidar la indignación si eso ocurre. Me dejo muchas cosas entre las teclas, se me acaba el espacio y a usted, lector improbable, quizá se le acaban las ganas de leer mis elucubraciones. Y sigo sin saber qué quiso decir SM con lo del pino (cada vez me suena peor), ni sé cómo acabarán los acampados. Pero una cosa sí tengo clara, los señores de Alemania que se han cargado media industria agroalimentaria española deberían saber cuánto puede amargar un pepino, clavado donde más duele. La han armado buena… Ana Ruiz Echauri. Periodista.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios