Según los resultados de los estudios de mercado del Observatorio Turístico 'Mercado Turístico y Palma Comercial', el turista de esta época es "reincidente", presenta una probabilidad de volver "muy alta", y, además, su nivel de satisfacción es de un notable alto.
Sin embargo, en comparación con las personas que visitaron Palma durante la misma época del 2009, se ha constatado una "ligera disminución" en el número de noches de estancia, así como en que hay menos turistas que contratan media pensión (en beneficio del alojamiento y desayuno o sólo alojamiento).
El perfil del visitante de Palma de los últimos tres meses del año es de un hombre alemán de entre 45 y 50 años, si bien el turismo español es de mayor edad que el resto de viajeros, puesto que se trata de una época del año que coincide con los viajes sociales. En este sentido, también destaca que mientras los extranjeros acostumbran a venir a la ciudad con amigos, los españoles lo hacen en pareja.
Además, la estancia media en Palma es de una semana, periodo que es ligeramente superior entre los turistas españoles. El principal motivo de la visita es vacacional, debido a la idea del buen clima de la ciudad. No obstante, la actividad más común es ir de compras y los monumentos o enclaves más visitados son, por este orden, la Catedral, el Ayuntamiento y la Lonja.
Turistas "comprometidos"
El director técnico de la empresa de Investigación de Mercados Quota Research, José Luis Delmas, ha remarcado que el turista de Palma está "comprometido" debido a los niveles que presenta en cuanto a repetición del viaje, recomendación y predisposición a volver.
En relación al gasto medio de los visitantes, el gerente del Imtur, Pedro Oliver, ha indicado que ha crecido un 15,5 por ciento en relación al año 2006, hasta los 130 euros. Además, los alemanes son los que disponen de un mayor presupuesto (cuatro veces más elevado que el de los españoles) y lo gastan, principalmente, en bares y restaurantes, mientras que los británicos lo hacen en compras y restaurantes.
Por otra parte, el estudio contempla un apartado sobre la ciudad como destino comercial en el que se analiza las compras de los turistas y de los residentes. Así, no se han detectado diferencias entre los hábitos de compra de unos u otros, a excepción de que las personas que viven en Palma presentan un mayor uso de establecimientos especializados.