"Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días", señala el líder cubano.
En su artículo, titulado "El plan de la OTAN es ocupar Libia", Fidel Castro insta a denunciar los planes que a su juicio tiene esa organización a la que califica de "belicista", planes que, según sus palabras, son un "crimen" contra "el pueblo libio".
Castro no hace mención alguna en su artículo a la violencia desatada en Libia contra los manifestantes que reclaman cambios políticos en el país, gobernado por Muamar El Gadafi desde 1969.
Según la cadena de televisión qatarí Al Yazira, al menos 250 personas murieron este lunes en Trípoli en los bombardeos del Ejército del Aire libio contra los manifestantes que reclaman la caída del régimen de Gadafi.
El ex presidente cubano afirma que los que se "inventaron la mentira" de que Gadafi había salido de Libia, concretamente hacia Venezuela, tenían "pérfidas intenciones" y destaca que no se imagina al mandatario libio haciendo tal cosa.
"No imagino al dirigente libio abandonando el país, eludiendo las responsabilidades que se le imputan, sean o no falsas en parte o en su totalidad", señala.
Según Fidel Castro, "se podrá estar o no de acuerdo con Gadafi" pero "habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira o una mezcla de hechos de todo tipo" en lo que está sucediendo en Libia.
El líder cubano destaca en su artículo la riqueza petrolera de Libia, que fue el primer país africano en alcanzar (en 1951) su independencia después de la Segunda Guerra Mundial, y rememora la revolución que lideró en 1969 Muamar al Gadafi, "quien en su más temprana juventud se inspiró en las ideas del líder egipcio Gamar Abdel Nasser".
En Libia continuó hoy la ofensiva militar contra los manifestantes que piden la renuncia de Gadafi, mientras la ONU ha convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad para intentar frenar un baño de sangre que ha causado ya entre 250 y 400 muertos, según distintas fuentes.