La tormenta ya ha estallado en el Grupo PRISA después de que Oscar Gómez, un alto ejecutivo del grupo, acompañado de tres abogados, expusiera ayer ante 160 delegados y representantes sindicales de los trabajadores del grupo la decisión de "ejecutar" un plan de reducción de plantilla que afectará a 2500 empleos. Era lo que se suponía, pero que ahora hay ya una constancia oficial.
Los delegados sindicales han denunciado de forma unánime "la tropelía que supone este plan de destrucción de empleo, cuya única finalidad es engordar los bonus de los ejecutivos y consejeros de grupo y, en especial, los dividendos de los nuevos accionistas americanos de Liberty", según han comunicado fuentes sindicales a este diario e-Xclusivo.
CCOO y UGT, así como los comités de empresa de PRISA, se han movilizado, rechazando la necesidad de este plan y con ello de ningún Expediente de Regulación de Empleo, ni de grupo ni de empresa. Han pedido que se paralicen todos los procesos de externalización y despidos puestos ya en marcha.
Como primera medida de fuerza, UGT y CCOO han convocado una concentración ante la sede de PRISA en la Gran Vía de Madrid, así como ante todos los centros de trabajo en el territorio español, el próximo jueves 24 de febrero, para que las plantillas muestren su rechazo a ese intento de la dirección de desguazar el primer grupo de comunicación en español.
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