La idea no es otra que dar la mejor imagen posible de cara a las generales de 2012 y poder celebrar una victoria general en las autonómicas y municipales sin disgustos. El PP de
Mariano Rajoy quiere que todo sea perfecto y, aunque sabe que el actual presidente valenciano arrasaría como candidato en las elecciones autonómicas, también es consciente del daño que podría causar a la imagen del PP si es condenado por el caso de los trajes.
Según lo que apuntan las últimas informaciones sobre el caso, hay posibilidades de que
Francisco Camps tenga que sentarse en el banquillo y someterse a un juicio duro para su persona, por mucho que se trate de unos regalos que habría recibido de los líderes de la trama corrupta de Gürtel. Esos trajes, según el juez
Flors, se podrían considerar como un delito de cohecho pasivo por parte del dirigente político.
Ante eso, y aunque Rajoy, insistimos, es consciente de que Camps ganaría los comicios sin problemas, el PP no querría enfrentarse a una legislatura en la que el presidente estuviera discutido por una sentencia tan perjudicial.
Rita Barberá enoja a los jueces
Mientras tanto, quienes se han movilizado también son los propios jueces. La asociación Jueces para la Democracia (JpD) ha hecho un llamamiento "a la moderación" a las autoridades valencianas en sus manifestaciones sobre la independencia e imparcialidad de la justicia y les ha recordado "el respeto que se debe a la actuación de nuestros juzgados y tribunales, como base de nuestro Estado de Derecho".
JpD ha realizado estas afirmaciones ante la "gravedad" de las declaraciones de la alcaldesa de Valencia,
Rita Barberá, en las que, según la asociación, "llega a sugerir que los magistrados instructores de los casos Gürtel y Monforte no actúan con independencia de criterio y que podrían tener otros intereses".
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