En la carta enviada a
Bono se incluyen una serie de propuestas para reformar el régimen de pensiones y de incompatibilidades de los diputados que el portavoz del PSOE,
José Antonio Alonso, calificó como “justas y equilibradas”, con la intención de hacer “más transparente” la actividad de los parlamentarios, y que afectaría sólo a los ministros que tengan escaño pero no al resto de los miembros del Gobierno, algo que puede originar controversía por considerarse 'discriminatorio'.
Según adelantó Alonso, el PSOE también es favorable a endurecer el régimen de incompatibilidades de los diputados para que tengan dedicación exclusiva y no puedan desarrollar otras actividades remuneradas , salvo en casos muy concretos que serían estudiadas por la Comisión del Estauto del Diputado. También quieren que se suprima el complemento para que un parlamentario cobre la pensión máxima tras haber estado siete años ocupando un escaño en el Congreso, que es en realidad el origen del debate desatado, ya que era considerado como un ‘agravio comparativo’ con respecto al resto de los ciudadanos, justo cuando acaba de aprobarse el Pacto de Pensiones que endurece el sistema hasta ahora vigente.
El PSOE finalmente pide que se modifique el actual ‘régimen de cesantía’ -que ahora se paga "a tanto alzado"-, de manera que al dejar el escaño los diiputados puedan cobrar un máximo de dos mensualidades por cada año de ejercicio, al menos hasta que encuentren trabajo.
Estas propuestas, junto a las que ya han enviádo el resto de los grupos de la Cámara, serán estudiadas por Bono, que convocará más adelante a los portavoces para a el estudio de un documento que sintetizará aquellas las medidas que cuentan con el consenso de todos los grupos y las que hay desacuerdo como paso previo a su aprobación. Alonso señaló que el Grupo Socialista quiere que la reforma - que afectaría al Reglamento del Congreso y a leyes como la LOREG-, se haga "con la mayor celeridad posible" aunque no tendrá carácter retroactivo.
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