El esperpento de la política leonesa
miércoles 02 de febrero de 2011, 21:32h
No descubrimos nada nuevo si decimos que la política en León es un mundo aparte. Aunque por respeto a la política, sería mas exacto decir que en la cabeza del viejo Reino proliferan políticos a los que habría que echar de comer aparte. Repasemos. Ya estarán al tanto del reciente “intercambio dialéctico” que tuvieron, al concluir el último pleno de la Diputación, su presidenta, Isabel Carrasco, y el diputado socialista y veterano sindicalista agrario, Matías Llorente. Que sí tú me has llamado a mí “hijo de puta”, yo te llamo a ti “comadreja” y “alimaña” y me quedo tan ancho. Todo después de que Llorente denunciara que la hija y el compañero sentimental de Carrasco habían utilizado por la patilla las instalaciones de la estación invernal de San Isidro, propiedad de la Diputación leonesa.
En estas andábamos cuando ayer reaparece en escena el ex alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez, aquel que fue condenado por acoso sexual a una concejala (caso Nevenka), para anunciar su candidatura a la alcaldía al frente de un nuevo grupo independiente. Álvarez explicó con todo tipo de detalles que da este paso después de que el PP no le haya querido presentar bajo sus siglas. Será la segunda escisión del PP en El Bierzo, después de que el ex diputado nacional Ángel Escuredo y la ex procuradora Fátima López Placer formaran en 2007 el Movimiento Social Alternativo (MASS), por el que ambos fueron elegidos concejales del ayuntamiento ponferradino.
Precisamente el MASS es el partido elegido por Ana Guada y María José Alonso, las dos concejalas del ayuntamiento de León que hace unos meses abandonaron el PP, para presentarse a las próximas elecciones municipales. Al igual que Escuredo y López Placer, Guada y Alonso salieron tarifando del partido después de mantener innumerables broncas con Isabel Carrasco.
Más madera. Algo más que una bronca se traen el alcalde de Camponaraya y senador socialista, Antonio Canedo, y el concejal de IU en dicho ayuntamiento Marcos Cubelos. Este último ha denunciado ante la Guardia Civil que el alcalde le propinó un golpe en la cabeza cuando, al término del último pleno, ambos se cruzaron en las dependencias municipales. El alcalde ofrece otra versión muy distinta, según la cual se limitó a zafarse del concejal cuando éste chocó deliberadamente contra él “fingiendo una agresión”. Canedo afirma sentirse acosado por Cubelos y ha cogido una baja médica “por crisis de ansiedad”, al tiempo que ha pedido al juez una orden de alejamiento contra el concejal de IU. Como lo leen.
Y no podía ser que el leonesismo permaneciera ausente de tanto esperpento. En este sector últimamente se lleva la palma el alcalde de Villaquilambre, Lázaro García Bayón. El edil de la UPL que se ha tirado años cobrando su sueldo como informático del ayuntamiento de León sin aparecer físicamente por el puesto de trabajo, se ha visto obligado a suspender la convocatoria de plazas de auxiliar administrativo en Villaquilambre al conocerse que en la lista de aspirantes figuraban su novia y su nuera. Por si faltara algo, el antiguo líder de la UPL, hoy dirigente del PAL-UL, José María Rodríguez de Francisco, alias “Pelines”, amenaza desde el confidencial “El Soplón” con “analizar, paso a paso, individuo a individuo, Institución a Institución, latrocinio a latrocinio, el triste devenir de este viejo Reino que parió España”. No me dirán que todo esto tiene parangón en algún sitio.