La patada

  La Historia pone en la pista de cómo se las gastan los extremeños. Son gente dura, de palabra directa; en ocasiones áspera, pero, por lo general, sincera. Suelen acometer de frente. También en la política se refleja esa forma de ir por la vida llamando a las cosas por su nombre, lejos de las anfibologías que tanto cultivan el gremio de los políticos. Digo esto a cuenta de unas declaraciones del doctor Fernández Vara, a la sazón presidente de Extremadura, en las que -preguntado si será Zapatero el candidato del PSOE-, ha dicho que lo que tiene que hacer ZP es decir ya qué piensa hacer. Mucho mejor si  despeja la cuestión antes de que se celebren las elecciones de mayo para evitar que los comicios se conviertan en un plebiscito sobre  Zapatero.

   Fernández Vara ha dicho lo que piensan otros dirigentes  socialistas -barones y ministros incluidos-, pero no se atreven a decirlo en público. Lo que se infiere de sus palabras es que los dirigentes regionales y municipales del partido temen que los electores, en vez de juzgar su labor en las comunidades y ayuntamientos, opten por castigar en las urnas al PSOE, dándoles a ellos la patada destinada a Zapatero. Es más que probable que la  claridad con la que se ha expresado el presidente de Extremadura encuentre imitadores. Cuando cambia el signo de las encuestas, ya se sabe que el culto a la personalidad de los líderes, declina.