Todo comenzó cuando la Asociación de Vecinos de Chueca presentó el 26 de noviembre del año pasado una denuncia contra la organización del Orgullo por contravenir la Ordenanza de Protección de la Atmósfera. El límite máximo de ruido permitido era de 80 decibelios y en el Orgullo llegó a alcanzar los 100.
Como protesta a la apertura del expediente sancionador, y la propuesta de multa de 35.000 euros, los organizadores del Orgullo Gay (AEGAL, COGAM y LGBT) han declinado la invitación que les hizo el Ayuntamiento de Madrid a través del Patronato de Turismo para participar en la primera edición de FITUR LGBT, un espacio dirigido a promocionar Madrid como una de las capitales 'gays' más importantes del mundo.
“Este era un proyecto largamente buscado por los colectivos, pero debido a las circunstancias actuales nos vemos obligados a retirar nuestra presencia”, sentencia Juan Carlos Alonso, secretario general de AEGAL.
Los organizadores aseguran que la sanción pone en peligro la imagen turística del barrio de Chueca y la celebración del Orgullo. “Qué casualidad que esta sanción se produzca pocas semanas después de que el Orgullo de Madrid haya recibido el premio al mejor orgullo del mundo por segundo año consecutivo”, explica Alonso.
Miguel Ángel González, presidente de COGAM, afirma que se trata de un ataque contra la diversidad de Madrid. “Queremos hacer un llamamiento al pueblo de Madrid por esta injusticia, y el peligro que supone para la organización en futuras ediciones”, apunta. COGAM es el colectivo que ha recibido el expediente por exceso de ruido en las fiestas y la propuesta de sanción.
Toni Poveda, presidente de la Federación estatal de LGBT, se lamenta de que después de tantos años buscando el apoyo del Ayuntamiento, la respuesta haya sido una sanción. “No hay que olvidar que es una fiesta que genera una gran cantidad de dinero para la ciudad", añade, y continúa: “No se puede ver esto como un conflicto entre vecinos, porque son fiestas a nivel estatal. Estamos esperando una respuesta por parte del alcalde”. Alega que son la única organización de España dispuesta a hacer cambios para conciliar la celebración de las fiestas con los vecinos, lo que llaman 'Orgullo sostenible´.
También se lamentan de que cuando se han reunido con la asociación de vecinos (hasta en 5 ocasiones) solo ha habido enfrentamientos e imposiciones "sin ningún espíritu de diálogo". Y ello a pesar de que la organización recogiera sus quejas y recomendaciones antes de la celebración del Orgullo, muchas de las cuales fueron llevadas a la práctica.
El presidente de la Federación añade que se presentarán alegaciones y después llegará el momento de hacer valoraciones políticas. Aseguran que su objetivo seguirá siendo contar con mucho más apoyo del Ayuntamiento.
Mientras tanto, al igual que otros años, el colectivo AEGAL estará presente en el 'stand' de la comunidad de Madrid en FITUR, “ya que llevan años apoyándonos en la proyección internacional del LGTB”, afirma Juan Carlos Alonso.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró este lunes que el expediente por ruido abierto contra los organizadores del Orgullo Gay es solo uno más de los 1.234 que, por este motivo, se abrieron el año pasado en la capital. Tras recordar que "no se ha puesto ninguna multa", el primer edil ha insistido en que el Gobierno local tiene la "obligación" de tramitar cualquier multa que un vecino, asociación de vecinos o institución interponga.
En la Comisión de Medio Ambiente, el concejal socialista Pedro Santín ha acusado a la delegada del área, Ana Botella, de actuar en este caso "movida por prejuicios ideológicos" contra el colectivo gay y se ha referido a "sus antecedentes" y "sus opiniones al respecto". Botella ha asegurado no tener dicho prejuicios acusando a los socialistas, a su vez, de "sectarios", y ha defendido que si no se hubiera tramitado la denuncia interpuesta por el vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Chueca sí se cometería una discriminación.