Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, no le han sentado nada bien las críticas sobre su responsabilidad y de la Tea Party en la matanza en Arizona, donde la congresista demócrata
Gabrielle Giffords recibió un disparo en la cabeza, murieron seis personas y 14 resultaron heridas.
La 'lideresa' del Tea Party ha decidido no aclarar lo sucedido. Ha preferido hacerse la víctima y atacar a aquellos que la consideran responsable por marcar con una diana los nombres de los congresistas demócratas. Además, acusa a sus detractores de utilizar el "libelo de sangre" en su contra, una frase que justificaba el antisemitismo durante la Edad Media.
En vez de convocar a los periodistas, hacer una rueda de prensa y tomarse con naturalidad este tipo de acusaciones, ha preferido lanzar un comunicado audiovisual de ocho minutos y difundir un mensaje a través de su
perfil de Facebook.
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