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Primeros recuerdos de la que promete ser una larga historia (II)

Primeros recuerdos de la que promete ser una larga historia (II)

martes 11 de enero de 2011, 17:46h

(Viene de parte 1) La normativa interna del PSOE establece que cualquier afiliado que lo desee puede optar a ser candidato. Para ello deberá conseguir un porcentaje de afiliados a los que les parezca bien que se presente sin que este hecho suponga un apoyo definitivo.

Durante la fase de recolección de avales fui testigo de cosas terribles, procaces e injustificables. Un joven que se auto identificó como "de Blanquerías" dijo a un afiliado que firmara por Alarte. Éste le contestó que ya lo había hecho por Asunción y se le dijo que "no importa, se puede firmar por ambos". Intervine con ánimo informativo para deshacer el malentendido -el aval sería nulo y no válido- y el "espabilao" salió por piernas.

Otro día recibimos un mail anónimo firmado por Pato Lucas, el de la Warner bros. El mail informaba de maniobras de presión que se estaban llevando a cabo sobre las ejecutivas de las Agrupaciones y decía, cito de memoria, no me identifico porque si no ganáis me cortan las pelotas.

Me contaron que en varias Agrupaciones se tiraron a la basura nuestras carpetas informativas, que personal de UGT había dicho que no podían prestar el aval a Asunción por miedo a represalias de las que habían sido más que avisados, pero que si lograba la nominación podíamos contar con sus votos secretos.

Hubo militantes que llamaron a la sede a contar que se les estaba llamando en nombre de la candidatura de Alarte con veladas amenazas si apoyaban a Asunción, cosas como "tú verás lo que haces, pero si perdeis luego no te quejes".

Una semana después de haber empezado el acopio de avales, Blaquerías nos informa que el formulario que ellos mismos nos habían dado no era válido, así que todos los avales recogidos hasta entonces no valían y hubo que volver a recabarlos.

Un grupo malintencionado comenzó a hacer correr el bulo entre Castellón, Valencia y Alicante de que Antonio Asunción era un submarino del PP, una operación fraguada desde el despacho del presidente Camps para vaciar de contenido a Alarte. Al que me informaba de esto le pregunté a mi vez ¿Cómo se vacía algo que contiene la nada? Por otra parte ¿cómo explicas que el PP haya dicho que prefiere a Alarte como contrincante que a Asunción? Y sobre todo, ¿a cambio de qué iba a vender Asunción el capital político de honradez que apenas 3 ó 4 políticos de este país mantienen intacto despues de 30 años en política? ¿por una consellería de tercera? No tenía sentido.

En fin, la cosa fue dura, encontramos muchas trabas para algo tan simple como conseguir 3.201 afiliados de 21.000 que estuvieran de acuerdo en que Asunción pudiera presentar ante las bases del partido su propuesta para las elecciones de Mayo 2011. Nuestro intento no podía ser tan complicado: el único partido que tiene previsto un sistema de primarias -rudimentario y pedestre, eso sí- tenía una facción intentando poner en marcha el proceso. En eso se basa la democracia interna. O eso creía yo.

Durante el proceso de recogida de avales me encontré en el equipo con una persona que no voy a citar. No me gustaba su actitud solapada y su situación permanente de alerta. Controlaba él solo una zona amplia de comarcas y cada dos por tres se levantaba a atender llamadas en privado. Diré que el único que hacía esto era Antonio Asunción, por razón de la categoría de los llamantes.

El tal me daba mala espina, más cuando comprobé por su lenguaje corporal que mentía en cuestiones menores, que desviaba la mirada ante determinadas preguntas y que estaba empeñadísimo en que nadie más que él controlara su zona. Me escamé, a qué negarlo.

Hablé con Fernanda y le transmití mis inquietudes. Fernanda me confirmó que tampoco a ella le gustaba el tal y que, al igual que yo, había percibido que ocultaba algo. Lo comenté también con José Bresó y me consta que también Fernanda le habló del tema. El tal siguió por allí y yo pensé que me había equivocado. Sigo sin saberlo.

Por último -al menos por hoy en esta denuncia: guardo munición para más adelante- un miembro muy importante de la ejecutiva del PSOE en Ferraz le hizo llegar 200 avales a Asunción. Cuando me enteré recuerdo que dije "timeo danaos et dona ferentes", temed a los enemigos que hacen regalos.

La noche del recuento

Como ya os he dicho, en el entorno de las 00:15, tras la entrega de avales, fuimos una quincena de personas a cenar con Antonio Asunción. El ambiente era festivo, casi eufórico, y todos dábamos por hecho que habría primarias, que la ejecutiva de Alarte tendría que darnos el censo de afiliados, facilitarnos oficinas, mails, teléfonos e infraestructura en la sede de Blanquerías y dejar el gadejo[1] para mejor ocasión.

Sobre la 01:50 aparecieron los 3 representantes legales de Asunción que supuestamente debían estar en el recuento. Pepe Bresó, como portavoz, nos informó de la situación. En resumen, lo que dijo fue que no había habido acuerdo en las Cuestiones Previas así que había quedado la cosa para continuar al día siguiente. (Continúa en parte 3).

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