El encuentro, que por segundo año consecutivo está abierto a Europa, se ha iniciado a las diez de la mañana de este domingo con la acogida de las miles de familias y grupos que asisten a la celebración. En la plaza se ha instalado un altar presidido por una enorme cruz blanca, de veinte metros, visible desde cualquier punto.
Desde la tribuna, varias familias han ofrecido su testimonio y compromiso con la Iglesia, que ha sido acogido con aplausos por los asistentes. Algunos de los participantes exhiben banderas de España, de distintas comunidades autónomas y de otros países europeos, como Reino Unido, Francia, Polonia e Italia.
Predominan familias completas, con niños pequeños, muchos de ellos en carritos, o que portan sillas plegables para hacer más cómoda la espera, además de religiosos y religiosas. Durante este tiempo, además de los testimonios, se han escuchado villancicos interpretados por un coro.
A las 12.00 horas se conectó con Roma para escuchar el mensaje del Papa, rezar el Ángelus y recibir su bendición. A continuación, comenzó la Eucaristía, presidida por el cardenal de Madrid, y concelebrada por más de cincuenta prelados.Con motivo de esta celebración, se han cortado al tráfico algunas vías en el área delimitada por el Paseo de Recoletos, Castellana y las calles Génova y Goya
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