Las generales están imposibles para el PSOE. Es el mensaje que en todas partes del país circula entre los socialistas, que saben que va a ser casi inevitable ver investido a
Mariano Rajoy como presidente, salvo hecatombe, en la primavera de 2012. Con la acuciante crisis económica, las perspectivas nulas de creación de empleo en 2011 y otras realidades políticas muy negativas, remontar en las encuestas se presenta como una misión imposible.
Por eso, quizás con algo de artificio, pero sí mucha necesidad, se ha comenzado a forzar el debate sobre la sucesión de
Zapatero, quien a diferencia de
Aznar, nunca ha terminado de aclarar si aspira a más de dos mandatos como líder electoral del PSOE. Esa puerta abierta ha impedido aclarar si habrá o no primarias en los próximos tiempos, pero, por ello, círculos políticos, medios de comunicación y dirigentes socialistas se han encargado de buscar al candidato que arregle las perspectivas de ancha derrota que Zapatero provocaría en las urnas.
Y
Rubalcaba es el hombre, el que veía los partidos Madrid-Barça con Zapatero en el sofá de Moncloa, como dos buenos amigos. Pese a que
Carme Chacón y otras figuras más jóvenes han sido señalados en los últimos tiempos como alternativas para el liderazgo socialista, lo que en recientes fechas ha conseguido el actual vicepresidente es prácticamente imbatible. Por una parte, hay muchas reticencias sobre que la 'vieja guardia' que gobernó en los años 80 sea la que lleve el timón del país 20 años después, pero, por otra, los veteranos dirigentes han convencido al resto de la militancia para hacer ver que son la mejor opción.
Nuevas 'maniobras'
Y a encumbrar a
Rubalcaba ha ayudado, por ejemplo,
José Bono, quien perdió ante Zapatero la opción de ser el secretario general del PSOE en 2000. El ahora presidente del Congreso, durante la celebración de la cena de navidad con la prensa parlamentaria hace dos noches, bromeó con el vicepresidente y ministro del Interior sobre que "en el principio era el verbo... pero al final es Rubalcaba", emulando la cita bíblica.
Mientras, el ministro de Justicia,
Francisco Caamaño, ha recordado que con la ex vicepresidenta Fernández de la Vega también se especulaba con lo mismo, destacando que Rubalcaba está haciendo el "papel" que le corresponde. Su compañero en el Consejo y ministro de Presidencia,
Ramón Jáuregui, admitió que se "especula" y se tienen "dudas" sobre la continuidad de Zapatero, pero que es una decisión personal que tomará cuando corresponda.
Desde el PSOE, su dirigente
Elena Valenciano insiste en que la sucesión no se decidirá "ni mucho menos" en las elecciones autonómicas y que hoy "el candidato del PSOE, el secretario general y el presidente es Zapatero".
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