Los socialistas reconocen que la identidad nacional catalana no es lo suyo

En una entrevista a Europa Press, ha defendido que hubiese sido más prudente dejar las reivindicaciones nacionales para la siguiente legislatura. "A Pujol le vino de perlas que Aznar le pidiese posponer la reforma del Estatut, pues sabía que era un avispero", ha afirmado.

A la vista de las encuestas, ha reconocido también que quizá han comenzado tarde "a perfilar un proyecto genuino y nítido del PSC, que se confunde con el tripartito". Sabaté ha negado que centren su esfuerzo en desmarcarse de un tripartito "que a día de hoy es inviable por la deriva soberanista".

"Nos esforzamos por eliminar ambigüedades; CiU por ejemplo, es una coalición con dos cabezas que piensan distinto, pero han aparcado sus diferencias hasta después de las elecciones".

En este sentido, ha criticado al candidato de CiU por Tarragona, Josep Poblet, "que se queda tan ancho al votar un día en Vila-seca por la independencia y al siguiente pactar con el PP, un partido que nunca se había atrevido a mostrar tan abiertamente como ahora sus fobias contra Cataluña".

Respecto a la inmigración, ha advertido que Duran, Puigcercós y el PP, con distintos matices, apelan "a las pulsaciones más primarias, de alerta ante el peligro que llega de fuera, con discursos de enfrentamiento".

Preguntado por la posible planta del fabricante chino de automoción Chery, calificada por alguno de sus rivales políticos como "cuento chino", ha contestado: "No estaría mal que mis rivales arrimaran el hombro de vez en cuando para dar una imagen de unidad en el exterior, pues Cataluña es muy grande y me siento orgulloso de que hayan sido propuestas dos ubicaciones de Tarragona; eso significa que nuestro sistema productivo está bien situado en términos de competencia".