En el capítulo titulado “Freedom Agenda” (Agenda de la libertad), en el que hace un repaso a la situación democrática de varios países del mundo y a su propia política, Bush considera que con la llegada de Chávez al poder, Venezuela “también se desvió de la democracia”.
Hugo Chávez “contaminó las ondas con duros sermones antiestadounidenses a la par que divulgaba una versión de falso populismo que denominó revolución bolivariana”, sostiene.
“Lamentablemente, derrochó el dinero de los venezolanos y está arruinando su país”, agrega.
Chávez “se está convirtiendo en el Robert Mugabe de Sudamérica”, sostiene y lamenta que otros mandatarios de la región, concretamente los de Nicaragua, Bolivia y Ecuador, “estén siguiendo su ejemplo”.
Entre los “otros aislados puestos de avanzada de la tiranía” Bush alista a Cuba junto con Bielorrusia, Myanmar y Sudán.
En otros capítulos de sus memorias, Bush califica a Chávez de “dictador antiestadounidense” y recuerda que fue uno de los muchos que lo ridiculizaron durante sus dos mandatos.
“Me llamaron nazi, criminal de guerra y hasta el mismo Satán. Eso último vino de un líder extranjero, el presidente venezolano Hugo Chávez”, recuerda sobre la famosa escena en la Asamblea General de Naciones Unidas en 2006.