"Yo no soy nacionalista y la mayoría de Barcelona no es nacionalista, y se puede expresar como expresamos otras fiestas a través de la bandera que nos representa", ha defendido el alcalde, y ha dicho que los barceloneses expresan la bienvenida con 'senyeras' y banderas del Vaticano.
En declaraciones a
TVE, ha dicho que respeta la decisión de
Zapatero de no asistir este domingo a la dedicación al culto de la Sagrada Familia. "Yo defiendo la libertad de expresión y respeto la decisión del presidente del Gobierno", ha afirmado.
Hereu, en cambio, estará presente porque cree que debe ser "sensible a que hay mucha gente que es creyente", algo que no ve incompatible con su defensa de la multiplicidad de creencias y de "las tesis de la diversidad y el laicismo". "El papel institucional del alcalde de Barcelona es estar aquel día donde debe de estar", ha concluido.
Ha confiado en que la capital catalana recibirá correctamente al Pontífice, y ha asegurado que la ciudad está preparada para esta "gran oportunidad" para promocionarse, ya que "todas las ciudades globales están acostumbradas a organizar eventos internacionales". Al mismo tiempo cree que los ciudadanos que expresen su rechazo a la visita "tienen todo su derecho".
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