Lo que ha venido demostrando el técnico portugués
José Mourinho en el tiempo que lleva al frente del equipo blanco es que todo lo que hace no tiene una motivación personal. Dicho de otra manera: las broncas públicas o privadas que lanza a sus jugadores son para motivarles o forzarles a una mejora de rendimiento, no para humillares. Es lo que en realidad consiguió con su excesivo 'toque' a
Pedro León, a quien casi ridiculizó ante la prensa, pero pasado el tiempo el roce se ha olvidado y el murciano ha vuelto a jugar sin problemas. Aunque no como titular, eso sí. El caso es que con motivo del partido que este martes disputa el Real Madrid ante el Murcia, el destino quiso que ambos compartieran mesa para firmar autógrafos de los aficionados. Sin malos rollos y con profesionalidad, al parecer...
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