Bofetada de Victorino a Zapatero

Tan solo un día después de que Zapatero proclamara a los cuatro vientos de Ponferrada que la minería del carbón tiene futuro, el principal empresario minero de la región ha vertido todo un jarro de agua gélida al optimismo antropológico del inquilino de La Moncloa.

Si alguien pensaba que Victorino Alonso se iba a parar en barras, estaba completamente equivocado. Finalizada la “marcha negra” y aprobado el decreto del carbón, Alonso no tuvo mas remedio que pagar las nóminas atrasadas, pero poco ha tardado en volver a las andadas. El ERE anunciado ayer constituye la enésima muestra de su vieja estrategia de utilizar a los  trabajadores del carbón como rehenes para sacar tajada de las arcas públicas. En esa estrategia, que tan buenos resultados le ha dado desde hace 20 años, a este patrón a la antigua usanza no se le pone nada por delante. Y mucho menos Zapatero, a quien le tiene tomada la medida desde que el actual presidente del Gobierno fue responsable provincial del PSOE de León.

Victorino tiene fama de ser un tipo sin escrúpulos y su comportamiento no lo desmiente. Sus componendas y enjuagues con el PSOE de León durante la  etapa en que Ángel Villalba presidió Caja España le convierten en un personaje especialmente incomodo para el poder socialista. Por eso se permite hacer de su capa un sayo y desairar al propio Zapatero, presentando el ERE que ha presentado tan solo horas después del mitin socialista del Toralín. Toda una bofetada a Zapatero.