¿La hora de Octavio Granado?

Esta es la semana en la que se supone que Zapatero nombrará un nuevo ministro de Trabajo. El burgalés Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social, llega a este trance manteniendo intactas todas sus opciones.

Si la lógica y el sentido común se impusieran, Granado sería con toda probabilidad el nuevo titular de esa cartera. Por dos motivos fundamentales: Porque desde 2004 es el numero dos del ministerio y porque durante todos estos años se ha ocupado directamente de gestionar el sistema público de pensiones, cuya reforma es el próximo y trascendental  reto al que se enfrenta el gobierno Zapatero. Octavio es además el responsable de la secretaria de política económica de la ejecutiva federal del PSOE. Y ni que decir tiene que a los socialistas de Castilla y León les vendría de perlas la unción ministerial del correligionario burgalés.

Pero hablar de lógica y de sentido común en relación con los nombramientos ministeriales es sumamente arriesgado. Nunca se sabe que compromisos o componendas pueden inclinar la decisión del presidente del Gobierno. Por eso, no es descartable que el todavía presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, cuya salida hacia el gobierno central permitiría promocionar al nuevo candidato socialista a la presidencia del Principado, pueda interponerse en el camino de Granado.