Solomon Burke nació el 21 de marzo de 1940 en Filadelfia, Pensilvania. Aunque comenzó como predicador en Filadelfia, ha pasado a la historia de la música como un pionero del soul y del country, aunque nunca alcanzase a las grandes masas tal y como hicieron Sam Cooke y Otis Redding. Su mayor éxito fue una versión de "Proud Mary", de Creedence Clearwater Revival. Tal vez otra de sus canciones más conocidas es "Cry to Me", usada en la famosa escena del baile de seducción en la película Dirty Dancing.
Tras su nominación al Hall of Fame, su carrera recibió un necesario impulso que acercó su nombre a las nuevas generaciones con el disco 'Don't Give Up on Me', que contó con un extraordinario de letristas y grandes fans, como Bob Dylan, Tom Waits, Van Morrison, Elvis Costello, Brian Wilson o Nick Lowe. El disco se alzó con el Grammy al mejor álbum de blues contemporáneo en la ceremonia de 2003.
Burke, considerado en su día por el productor de Atlantic, Jerry Wexler, como el "cantante de soul más grande de todos los tiempos", siguió girando por todo el mundo hasta su muerte, dirigiéndose al público desde un trono dorado especialmente hecho para él, incapaz de moverse por el escenario debido a su enorme figura.
"Mientras me quede aliento para seguir cantando, lo haré, con la ayuda de Dios", declaró a una entrevista al diario británico 'The Telegraph'. A Burke le sobreviven 21 hijos y 90 nietos, según informa la cadena estadounidense CNN.
Lea una de las últimas entrevistas que concedió Solomon Burke, por Sergio Ariza>>
En 1964 escribió y grabó "Everybody Needs Somebody To Love", que pueden escuchar a continuación: