"Hubo una disputa, por no decir una bronca", entre
Barroso y
Sarkozy, ha dicho
Borissov. La discusión entre los líderes europeos sobre la polémica de los gitanos, que se abordó de manera informal durante el acuerdo, fue "muy difícil" y hubo un "gran desacuerdo", ha asegurado el primer ministro búlgaro.
La tensión entre Bruselas y París a cuenta de la política de Sarkozy sobre los gitanos se elevó después de que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, comparara la actitud del Gobierno francés con la Alemania nazi al anunciar su intención de expedientar a Francia por discriminación.
Barroso respaldó a su comisaria pero dejó claro que no había sido su intención establecer un paralelismo entre las expulsiones de Francia y los acontecimientos de la segunda Guerra Mundial. La propia
Reding se disculpó por el malentendido que habían generado sus palabras.
No obstante, antes de la disculpa, Sarkozy había sugerido a la vicepresidenta de la Comisión acoger en su Luxemburgo natal a los gitanos expulsados.
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