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Histórica visita a Reino Unido

El Papa reconoce falta de vigilancia en los casos de abusos

El Papa reconoce falta de vigilancia en los casos de abusos

jueves 16 de septiembre de 2010, 16:34h
El Papa Benedicto XVI criticó el jueves a los líderes de la Iglesia católica por no estar lo suficientemente alerta durante décadas de abusos sexuales a menores, en una jornada en la que llegó a Reino Unido para intentar ganarse a uno de los países más laicos de Europa.
El pontífice alemán fue recibido por la reina Isabel II en el inicio de su visita de cuatro días, que se produce en un momento en el que la Iglesia católica se enfrenta a varios escándalos de abusos sexuales a menores en diversos países.

En algunas de sus declaraciones más claras sobre el escándalo, dijo a los periodistas que iban con él en el avión que le llevó a Escocia que se quedó horrorizado ante lo que calificó de "una perversión" del sacerdocio.

"Estas revelaciones supusieron una conmoción para mí, una gran tristeza. Es difícil entender cómo fue posible esta perversión del ministerio sacerdotal", declaró.

"Es también una gran tristeza que la autoridad de la Iglesia no fuera lo suficientemente vigilante ni lo suficientemente rápida y decidida a la hora de tomar las medidas necesarias", añadió.

Benedicto XVI tiene además un delicado camino por recorrer en Inglaterra y Escocia en las relaciones con la Iglesia de Inglaterra, después de su oferta en octubre pasado de facilitar la conversión de anglicanos descontentos por la ordenación de mujeres y obispos gay.

Dijo a los periodistas que la misión de la Iglesia católica no es cambiar con los tiempos "para intentar ser más atractiva", sino declarar lo que creía que eran verdades fundamentales.

La reina habla de herencia común

La reina británica, tras mantener un encuentro con el Papa en su residencia oficial en Escocia, habló de la herencia cristiana común que anglicanos y católicos comparten, y de su creencia común de que nunca debería permitirse que la religión justificara la violencia.

"Sabemos por experiencia que, a través del diálogo comprometido pueden superarse viejas suspicacias y establecerse una mayor confianza mutua", dijo en un discurso de bienvenida.

El Papa dijo a los periodistas que no le preocupaba la perspectiva de protestas contra su visita, diciendo que estaba seguro de que prevalecería el sentido británico de "respeto y tolerancia".

La visita papal se había visto ensombrecida por los comentarios realizados en vísperas del viaje por un importante asesor del Pontífice, el cardenal Walter Kasper, en las que comparó a Reino Unido con un país del Tercer Mundo y sugirió que albergaba un ateísmo agresivo, pero el Vaticano quitó importancia estas declaraciones, realizadas a una revista alemana.

Kasper, quien recientemente se retiró como jefe de la Congregación para la Unidad Cristiana - el departamento del Vaticano que supervisa el diálogo con los anglicanos - tenía previsto acompañar al Papa, pero un portavoz vaticano dijo que no podría hacerlo por razones de salud.

El Papa recorrió Edimburgo en su "papamóvil", y tenía previsto oficiar una misa al aire libre en Glasgow por la tarde. Miles de entradas no se han vendido y la policía local sugirió que el recinto podría tener hasta un tercio de su capacidad vacía.

Católicos locales, aunque reconociendo que Benedicto XVI carece del carisma de su predecesor, Juan Pablo II, que atrajo a cientos de miles de personas durante su visita pastoral en 1982, mantienen una actitud positiva sobre el viaje.

"Creo que es un privilegio que el Papa esté en Escocia", dijo Teresia McFarlene, de 65 años, una ex escaparatista que esperaba en Edimburgo al paso del convoy papal.

Un grupo de unos 150 manifestantes en la carretera ondearon banderas de arcoiris, gritaron por un megáfono e incluso utilizaron una vuvuzela de estilo sudafricano.

Una pancarta ponía "La oposición del Papa a los condones mata a agente" y otra "Dejad de proteger a los sacerdotes pedófilos".
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