Esperanza Aguirre apeló al bolsillo y tiró del crédito acumulado en sus siete años al frente de la Comunidad para afrontar el último debate antes de las municipales y autonómicas de 2011. Con esa fecha en la mente, y asegurando que serán los madrileños quienes tengan la última palabra, pronunció un discurso con pocas novedades. Los representantes de UGT y CCOO,
José Ricardo Martínez y
Javier López, respectivamente, ni si quiera asistieron al debate. Si lo hizo el presidente de la Cámara de Comercio y la patronal empresarial CEIM,
Arturo Fernández,
Manuel Cobo y
Ana Botella por el Ayuntamiento de Madrid o los alcaldes de Móstoles, Alcalá, Rivas o Torrejón de Ardoz.
El primer anuncio de la presidenta no se hizo esperar: el presupuesto para 2011 bajará un 10% más. La justificación, las políticas del Gobierno
Zapatero, que sólo ha virado hacia la austeridad "tras llamadas de dirigentes internacionales" y la amenaza de "quiebra". "No lo hemos tenido fácil [...] Como el capitán del Titanic, Zapatero hacía que la orquesta siguiera tocando a pesar del hundimiento", ironizó
Aguirre glosó los datos que ya recogía el informe del Consejo Económico y Social para demostrar que Madrid está mejor bajo el paraguas de las políticas del PP: menos paro, más actividad, menos impuestos y "más y mejores" servicios públicos pese a la crisis. En una panorámica que abarcó desde su llegada al gobierno hace siete años, la dirigente repasó los logros en Sanidad (la "mayor reforma sanitaria de la historia de España", aseguró, con 12 hospitales, más de 80 centros de salud y la libre elección), Educación (nuevos centros, bilingüismo, ley de autoridad, becas, cheques guardería, pizarras digitales, tres puntos menos de fracaso escolar, idiomas en la FP y apuesta por la universidad), Transportes (ampliaciones a estrenar a Las Rosas, Mirasierra y La Fortuna, reforma de la L6, abono joven hasta los 22, descuentos, carreteras más seguras) o Asuntos Sociales (1.200 millones, creación de 6 de cada 10 plazas existentes, 5.000 plazas en residencias). Pero, como hay que recortar, Aguirre anunció otro 'tijeretazo' para lo que queda de legislatura.
"Quiero anunciar envío a esta Asamblea de un plan de racionalización del sector público que va a afectar a numerosos organismos y empresas públicas", destacó. Varios minutos después, confirmó una adenda a esta medida, el tan debatido 'tijeretazo sindical': "El Gobierno de la Comunidad ajustará a la ley el número de liberados sindicales para garantizar el ejercicio de los derechos de los trabajadores y para aprovechar mejor los efectivos con que cuenta la Administración autonómica". Como aderezo, la presidenta también anunció la apertura de la línea 11 hasta La Fortuna el próximo mes de octubre, la construcción de 26 campos de fútbol de hierba artificial y la realización de un examen de nivel a alumnos de segundo de Primaria "para que ningún alumno se quede atrás".
"No tiene nada que aportar"
Tras el discurso y en los pasillos, la valoración de la intervención de Esperanza Aguirre no pudo ser más unánime. El coordinador de IU,
Gregorio Gordo, echó en cara a la presidenta que hable de bajar impuestos "cuando gracias a ello los 50.000 mayores patrimonios han dejado de pagar 1.110 millones de euros" que podrían haberse invertido en ayudas a los 150.000 parados que carecen hoy de prestaciones. "Si toda la situación de la Comunidad se resuelve reduciendo los liberados sindicales, pues está todo dicho. Aguirre ha descrito el estado de otra región", zanjó Gordo. El socialista
Tomás Gómez puso el foco en los servicios públicos: "Si un madrileño escucha que no tiene que esperar más de 9 días para un diagnóstico o 30 para ser operado, o que no hay ninguna familia sin ingresos, puede sentirse muy contrariado. En Madrid ha crecido el paro cinco puntos por encima de la media nacional y es la penúltima región en aplicación de la Ley de Dependencia. Esperanza Aguirre lleva atacando a los representantes de los trabajadores y sindicatos desde el primer día. Ha sido la legislatura de la indignidad institucional, de la corrupción, del espionaje y del Gürtel", resumió.
Para Tomás Gómez, el de Aguirre fue un discurso "sin Esperanza". "Ha sido un discurso poco propositivo, sin una sola idea de futuro. Ha hecho un discurso de despedida. Hoy más que nunca es la presidenta saliente. No tiene nada que aportar a los madrileños", declaró frente a un
David Pérez, portavoz del PP, que destacó que "por fin hoy alguien ha hablado de los madrileños y sus problemas, después de un mes y medio hablando de los problemas internos de los socialistas”. Pérez calificó el discurso de la líder del PP de "solvente y apabullante".
'Trini' no asistió
Tomás Gómez y Trinidad Jiménez no le robaron la foto a Aguirre este martes. De hecho, Gómez ni si quiera se cruzó con la presidenta (tampoco
Manuel Cobo) y Trinidad Jiménez se ausentó para que nadie pudiese decir que acudía a un debate que no le competía (en pureza, así era, ya que sólo es candidata a las primarias del PSM) o que desatendía sus obligaciones en el Ministerio de Sanidad. Con todo, no faltó quien la defendiera, un
David Lucas que ni corto ni perezoso aseguró que 'Trini' será "la próxima presidenta de la Comunidad". Desde su acto ministerial, la candidata censuró la política "sectaria" y de confrontación de la que, aseguró, Esperanza Aguirre hizo gala en su discurso.
El debate continuará este miércoles, con la intervención de los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid, la réplica de Aguirre a cada uno de ellos y la aprobación de las propuestas de resolución del debate.