FARC y ELN dejan más de 50 muertos en 15 días

"La violenta pérdida de vidas en estas dos semanas de septiembre recuerda la crueldad de un conflicto que desangra al país de forma inútil", subrayó el representante de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en el país, Christian Salazar.

El funcionario expresó su preocupación frente a las acciones que constituyen infracciones a los "principios de proporcionalidad y de protección de heridos y personas fuera de combate", tal como la ejecución de policías con tiros de gracia y la incineración de algunos uniformados.

"Hemos emprendido una estrecha observación de estos casos que, si se confirman, podrían constituir crímenes de guerra", aseguró Salazar, quien informó que este tipo de hechos al parecer ocurrieron durante un ataque que se registró en el departamento de Caquetá, en el municipio de El Doncello.

Así mismo, la utilización de cilindros de gas para atacar los puestos de policía en el municipio de San Miguel en el departamento de Putumayo,  la colocación de explosivos en el cadáver de uno de los policías fallecidos y la instalación de minas antipersonales durante su retirada, podrían constituirse en "crímenes de guerra".

"La ONU recuerda a los grupos guerrilleros que el respeto de las normas humanitarias en el desarrollo de hostilidades no es de libre elección, sino de obligado cumplimiento", agregó Salazar.

De otro lado, el organismo recordó a los miembros de los grupos armados ilegales, que deben liberar de inmediato y sin condiciones a todas las personas secuestradas y devolver a todos los niños, niñas y adolescentes que han reclutado en sus filas.