Temor en el PSOE a una escena de vacío de poder

La historia no siempre se repite, o, al menos, es lo que intentan impedir en el PSOE: que se pueda volver a dar en la organización interna una situación de vacío de poder como la que ocurrió en las postrimerías del felipismo y más concretamente con Almunia. Así que Zapatero tiene ahora quien le arrope: hay orden de cierre de filas para no hablar ni de sucesión ni de peleas o quejas internas. Ni mucho menos, claro, de posibles cambios de Gobierno.

         Pese a todo, los rumores se disparan, y en Ferraz y en Moncloa no dan abasto para desmentidos: el penúltimo ha sido el de Garmendia -un confidencial decía que había pedido a Zapatero que la cesara-, y el último el de que Pajín ascendería al 'ministerato' y Valenciano lo haría al 'organizato' federal del PSOE. Ni una cosa ni otra.

         Y Blanco y De la Vega han salido este mismo jueves a defender públicamente a Zapatero como el mejor candidato del PSOE en las elecciones del 2012.

    Pero frente a tanto bombero, lo cierto es que Ferraz y Moncloa viven acosadas por los rumores y hasta la vieja guardia socialista apuesta ya por el inicio del postzapaterato, es decir, por el final de una peculiar manera de gobernar. Pese a las tesis oficiales, algo se mueve, y mucho, en las filas socialistas y hasta en el conjunto social; y ese algo no habla bien, precisamente, ni de Zapatero ni de su equipo.