Moncloa se ha vuelto en la sede de la nueva edición de "Gran Hermano". La verdad es que el edificio reúne todas las condiciones para emitir el experimento televisivo porque se trata de un chalet a las afueras de la ciudad, que no tiene casas cerca y en el que hay cámaras dentro (si falla algún micrófono ya vendrán los técnicos enviados por
Rubalcaba a solucionar el entuerto). El problema de este tipo de concursos no es cómo empieza (es fácil, se entra y se saluda a los demás), sino cómo acaba sin caer en la tragedia. En este momento la diatriba del presidente en su calidad de máximo responsable de producciones Moncloa SL, es tener claro cuándo
Corbacho y
Jiménez deben abandonar la Casa de Gran Hermano. Una vez que los ministros de Trabajo y de Sanidad están "nominados" por el público no se puede prolongar en exceso su cometido, puesto que se corre el riesgo de eternizarlos... como la Ley de Economía Sostenible que da vueltas por el Congreso cómo si fuera la leyenda urbana de la chica de la curva. Hay gente que afirma haberla visto (tanto a la Ley como a la chica), pero no consta documento gráfico alguno; habladurías dicen los más descreídos.
![](/imagenesPieza/___sumario(614).png)
El caso más incómodo para el presidente es el de
Celestino Corbacho que ha acudido raudo al auxilio de
Montilla (según las crónicas capitalinas le dijo que sí al presidente catalán a principios de agosto y se lo comunicó a
Zapatero a final del mismo mes. Seguro que no fue por maldad sino que en la playa falla mucho la cobertura). Corbacho dice que quiere estar con sus compañeros de Gabinete cuando llegue ese curioso día de la huelga general que de momento sólo va a secundar
Cándido Méndez y "El Chiquilicuatre", que para eso le han pagado y como buen actor hará su papel.
Por su parte,
Trinidad Jiménez ha anunciado su interés de permanecer en el Gobierno hasta que lleguen las elecciones autonómicas porque, además, de batirse el cobre con Tomás Gómez tiene la intención de avanzar en la lucha contra el tabaco. Dicho en términos castizos: Trini no se vá por no dejar la colilla mal "apagá". Al menos la ministra de Sanidad tiene la costumbre de concluir los proyectos que inicia. No así otros, que prometen bombillas y aquí estamos esperando a que Miguel Sebastián nos "ilumine".
Tanto Corbacho como Jiménez están en calidad de "aprobados pero sin plaza", una incomodidad manifiesta. Estemos atentos a la pantalla porque en cuánto Moncloa anuncie los números habrá que votar a través de llamadas y mensajes de texto. Ayudemos a Zapatero a aligerar de peso al Gobierno de los Nominados.