Si
Alfredo Pérez Rubalcaba se presentaba como candidato a la Comunidad de Madrid, el Partido Socialista arrasaba en las elecciones de 2011. Así lo señalaba una encuesta interna a principios de año en la que el ministro del Interior aparecía con una impresionante valoración en el electorado madrileño.
La conclusión era obvia: a Rubalcaba le podrían pedir que fuera él el que se opusiera a
Esperanza Aguirre en las elecciones autonómicas. En ese punto, Rubalcaba buscó una alianza de conveniencia con
José Blanco y entre todos encontraron a
Trinidad Jiménez como la opción más 'ventajosa'.
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