Batacazo para la actividad académica española. No ha sido muy grave, porque todas las estadísticas son relativas, pero según el estudio publicado este jueves sobre las
200 mejores universidades del mundo, realizado por el centro de Universidades de Calidad Mundial de la Universidad de
Jiao Tong de Shangai, no hay ninguna institución española.
Harvard lidera el ranking. Seguida de
Cambridge,
Yale, la
Universidad de Londres y
Oxford. Las cinco siguientes son
Princeton, el
Instituto Tecnológico de Massachusetts y el de
California. Se puede comprobar, por tanto, una alta influencia de universidades anglosajonas y estadounidenses. El resto de países también están representados, pero hay que descender hasta el número 17 para encontrar la
Universidad de Australia, seguida por la
McGill de Canadá y, en el número 20, con la
ETH de Zurich.
De España no hay ni rastro entre los 200 primeros puestos. La primera que saca la cabeza entre el mundo internacional es la
Universidad Autónoma de Barcelona, que está situada en el 211. Cuatro puestos más abajo, se encuentra la
Autónoma de Madrid, y en el lugar 252 se encuentra la
Complutense.
Los criterios que se han seguido para elaborar
esta tabla han sido la calidad del personal docente y los recursos invertidos en la investigación. Estos indicadores se dividen, a su vez, en la evaluación del personal educativo y de sus alumnos. En ambos casos se tienen en cuenta los artículos publicados, las citas que se realizan al personal investigador, y los premios que han recibido tanto docentes como alumnos en los diferentes campos del saber. Por su parte, la educación y el tamaño de la institución también forman parte de la metodología de análisis.
Esto pone de manifiesto que las universidades españolas deben aplicarse un poco más en cada uno de los ámbitos apuntados anteriormente. De todas maneras, tal y como apuntaba la rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona,
Ana Ripoll, en una tribuna publicada en
El País el pasado mes de mayo, hay datos que inciden de manera directa en la calidad educacional, como es el caso del "presupuesto con el que cuentan las universidades, el número de personal: no se explica si se goza o no de leyes de mecenazgo para incentivar la inversión, no se cuenta cuál es la participación privada o la inversión en relación con el PIB. Y estos datos inciden directamente en la calidad. En definitiva, todo esto cuestiona su rigor y su fiabilidad".
Más de un ranking
Por eso no hay un único ranking mundial que mida el prestigio de las universidades. Los más influyentes son los que publica el periódico inglés
The Times y el que realiza el Laboratorio de Internet del
CINDOC (CSIC) sobre el impacto que las web de las instituciones académicas tienen en Internet, denominado '
Ranking Webometrics'. A nivel económico, cabe destacar el que realizada
Financial Times que mide el ranking de las universidades de negocios.
Por su parte,
The Wall Street Journal se dedica a clasificar las mejores escuelas de negocios del mundo. Y en un ámbito más cercano, se encuentra la que elabora el periódico El Mundo sobre las universidades españolas y que divide su estudio en
públicas y
privadas.
Ya se sabe que estas clasificaciones provocan un revuelo en la comunidad académica, donde se ponen en duda los criterios escogidos para elaborar las listas. Pero bien es cierto que ayuda tanto al personal como a los alumnos de las universidades a tener un aliciente más que permita superarse a sí mismos y demostrar que, aunque ninguna de institución se encuentre en los 200 primeros puestos, hay calidad investigadora, docente y universitaria.