Le petit président

Ayer fue un gran día, por ejemplo, para Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, lehendakarisa de Madrid-Herria, que lució palmito con traje de chulapona en la Pradera de San Isidro, que aquello parecía una zarzuela, que los sociatas Miguel Sebastián y  Rafael Simancas, andaban de chulapos zampándose rosquillas del santo e intentando zamparse votos, que un poco más –en vista de las encuestas—se arrancan en plan la Violetera: “Deme usté ese votito// démelo usté señorito”, hoy, en cambio, amadísimos, globalizados, megaletileonorisofiados y sarkonizados niños y niñas que me leéis, el día es para Monsieur le Président de la République Française, Nicolas Sarkozy, que ha tomado posesión de su cargo.”Allons, enfants de la droite// le jour de Sarko est arrivé”.

Y, efectivamente, le ha llegado le jour de gloire, el día de gloria, el de la consagración como monarca republicano de la France eternelle. Se ha ido Jacques Chirac, que era algo así como François Mitterrand, salvo que no era de izquierdas (bueno, Mitterrand no es que lo fuera mucho), y llega Sarkozy, le petit président, el bajito de Sarkozy. Y que conste que nunca, o sea, jamás, jamais du jamais, un retaco tal ha llegado tan alto como él.

Pero, pequeñines/as míos/as, la derecha del mundo mundial puede estar contenta, echar las campanas al vuelo, dar zapatetas de contento, que uno de los suyos ya se ha colocado. Y lo ha hecho en uno de los ocho países que, bajo el manto protector de los EE. UU., cortan el bacalao en este planeta siete años después del inicio del Tercer Milenio de nuestra era. Una gozada, pues, para las gentes sensatas y decentes, a las que tanto quiere y tanto debe, pongo por caso, Marianito Rajoy.

Ya tenemos al buenazo de Nicolas, allá en Francia, metiendo en cintura a todos los levantiscos. Claro que el tipo desconcierta un poco, porque quiere llevar a su gobierno a unos cuantos figurones de izquierdas. No sé qué tal le sentará la cosa a la gente de la droite de toute la vie, pero los que estarán encantados (a los ex socialistas aceptan un cargo, aunque sea de conserje o de asesor, en menos tiempo que el que tardaba el malayo Juan Antonio Roca en comprarse diez décimos premiados de lotería), son los tipos nominados.

Mientras tanto, de este lado de los Pirineos, incluso en pleno fragor de la campaña de las municipales y de las autonómicas, un aire de esperanza ha llegado a ese PePé tan centrado, centrista y centrante. Y es que, contagiados por la ola de casticismo que trae consigo la festividad de San Isidro Labrador, el patrón de la Villa y Corte, como que tal que así les da el ramalazo del chotis y, en estos momentos, los Coros y Danzas peperos deben estar cantando eso de “París, París, París// en Génova se piensa mucho en ti”, como que hasta son capaces de bailar este chotis, pongamos que Rajoy y Soraya Sáenz de Santa María... Y, marcando los tiempos encima de un ladrillo, como mandan los cánones. Y luego largarse de verbena lectoral.