En las nuevas normas, presentadas el jueves, el Vaticano también equipara los abusos contra discapacitados psíquicos adultos a los cometidos contra menores y establece que la Congregación para la Doctrina de la Fe pueda juzgar, previa orden del Papa, a cardenales, patriarcas y obispos por delitos contra la fe, la costumbre y la moral, en los que se incluye la pederastia.
Se trata de la puesta al día del documento "De Delicta Graviora', de 2001, anexo al
motu proprio "Sacramentorum santictatis tutela", de Juan Pablo II, sobre los delitos más graves contra la moral y los sacramentos, entre ellos los abusos sexuales a menores por parte de clérigos.
De las nuevas normas destaca que, a partir de ahora, el tiempo para
denunciar un caso de abuso sexual por parte de un sacerdote a un menor se amplía de 10 a 20 años y se equiparan los abusos contra discapacitados psíquicos adultos a los cometidos contra menores.
También se introduce un nuevo delito por el que se castigará la
adquisición, posesión y difusión "por parte de un miembro del clero, en cualquier modo y con cualquier medio", de imágenes pornográficas que tengan como objeto a menores de 14 años.
La nueva normativa contempla que los procesos sean más rápidos, así como la posibilidad de no seguir "el camino procesal judicial" normal cuando se trata de un hecho muy grave y presentar directamente al Papa esos casos para que el sacerdote culpable sea reducido lo más pronto posible al estado clerical.
Además de la pederastia, también
endurece las normas referentes a la ordenación sacerdotal de mujeres -el Vaticano lo considera un delito "gravísimo"-, la herejía, la apostasía y el cisma, casos de los que se ocupará directamente la Congregación para la Doctrina de la Fe, heredera del desaparecido Santo Oficio.
Las nuevas normas han sido enviadas a los obispos de todo el mundo y llegan tras los centenares de casos de abusos que han sacudido a la Iglesia católica en numerosos países, que la han colocado en una de las crisis más graves de su historia reciente y han salpicado al mismo Papa.