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Del 1 de julio al 31 de agosto

La crisis intimida al consumidor en el inicio de las rebajas

La crisis intimida al consumidor en el inicio de las rebajas

viernes 02 de julio de 2010, 22:10h
El pasado 1 de julio comenzó el periodo estival de rebajas que coincidió con la entrada en vigor de la subida del IVA implantada por el Gobierno para reducir el déficit público. Sin embargo, esta medida no se aplicará a los descuentos de los productos, ya que fueron adquiridos por los comerciantes antes de la llegada del nuevo tipo, que aumentó del 16 al 18 por ciento.

En estos primeros días de rebajas, la prudencia del consumidor se ha convertido en la tónica dominante. Las habituales colas en torno a las cajas registradoras de años anteriores han desaparecido. Los clientes merodean dubitativos alrededor de los estantes. Nada de peleas, ni discusiones por la prenda en cuestión.  En definitiva, las principales calles comerciales de la región presentan un aspecto similar al de cualquier día del año.

Ni los descuentos agresivos de hasta el 50 por ciento en algunos comercios, ni la abundancia de género debido a la mala temporada han despertado, de momento, el afán consumista del cliente. Ahora la gente se lo piensa dos veces antes de comprar algo que no necesita. La crisis puede con todo. Los ciudadanos apenas tienen presente el aumento del IVA, pero sí la difícil coyuntura económica actual, donde sólo los bienes  estrictamente necesarios tienen cabida.

Los sectores de equipamiento personal (textil, deporte y calzado) y los artículos para el hogar serán, como siempre, los principales objetivos del consumidor. Las asociaciones de comerciantes estiman que el gasto por persona oscilará entre los 70 y  80 euros. Nadie se gasta ya 300 euros en unas rebajas.  Hasta el 31 de agosto, cuando finaliza el periodo, la dinámica puede cambiar, pero las previsiones no son muy optimistas.

Consejos para el consumidor

La Unión de Consumidores de Castilla y León (UCE) aconseja al comprador realizar un presupuesto previo con el que contar y solicitar siempre el justificante de compra. El cliente debe ser exigente y certificar siempre la calidad del artículo. Los productos que se venden en época de rebajas deben mantener las mismas cualidades y garantías presentadas durante la temporada, aunque con el precio reducido.

Durante este periodo, el consumidor tiene derecho a abonar con los mismos medios de pago admitidos por el establecimiento habitualmente, salvo que se señale explícitamente lo contrario. En este caso, no se podrá obligar al cliente a pagar con tarjeta, con el consiguiente recargo.

No hay que olvidar que resulta de obligado cumplimiento especificar el precio anterior y posterior de la rebaja en la etiqueta, para que el comprador pueda comparar la ventaja que obtendría con la adquisición del producto. Ante una devolución, lo ideal sería que el establecimiento no entregara un vale en lugar del dinero, una práctica legal pero poco recomendable. Y ya saben ante cualquier irregularidad hay que exigir la hoja de reclamaciones.  
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