En los últimos años he tenido la fortuna de ver a las más míticas bandas del rock. Hablo de grupos como
AC/DC, Metallica, Iron Maiden, Whitesnake, Helloween, Motörhead, Rainbow, Saxon, Dio, Judas Priest, King Crimson, Camel, Kansas, Dream Theater, Gary Moore, Gamma Ray, Tesla, Europe, Sonata Arctica, Rage Against the Machine… y, sin embargo, jamás he visto un espectáculo tan tremendo como el de
Kiss.
Era la segunda vez que veía al cuarteto más glam del rock, pero la primera en pabellón, lo cual la experiencia es completamente diferente tras disfrutar de su directo en el festival Kobetasonik de Bilbao en 2008. Y en esta nueva ocasión me he quedado aún más impresionado de
Gene Simmons, Paul Stanley y compañía. Su energía es inigualable a cualquier banda, incluso por encima de los AC/DC o
Rolling Stones, famosos por sus electrizantes conciertos. Es cierto que con el grupo australiano se viven experiencias musicales impresionantes. Pero Kiss es otro mundo.
Si uno piensa en que tanto Gene como Paul deben tener tanto dinero que sueltan billetes en lugar de residuos orgánicos cuando van al baño, o en que llevan casi 40 años recorriendo escenarios de todo el mundo, no se explica cómo son capaces de dar tal entrega en directo. La fiesta es tal que no hay un alma que no se mueva, que no ría o que no cante los estribillos más pegadizos del rock internacional.
Por supuesto que también se rodearon de lo puramente ornamental a un nivel extremo: sus habituales fuegos artificiales, bengalas, llamaradas, el fuego por la boca que lanza Simmons, su vuelo del murciélago tras echar sangre de la boca, el traslado de Stanley por tirolina hasta el otro extremo del público, los disparos de munición de la guitarra de
Tommy Thayer (y antes
Ace Frehley) o la batería elevadora de
Eric Singer (antes
Criss o
Carr). Todo lo han 'patentado' ellos, como su maquillaje. Y legiones de fans que les imitan revolucionan las salas de sus conciertos.
Todo ese artificio para rodear su rock sencillo, directo, glamuroso, divertido y gamberro. Música sin complicaciones, con solos de '
guitar hero' y protagonismo absoluto para los estribillos coreados por todo el público. Una fórmula que nunca fracasa y que sigue explotándose a la perfección después de 37 años de Historia. Y a Stanley sólo le bastó decir algunas frases en español para meterse en el bolsillo a los 16.000 espectadores del Palacio de los Deportes. Simmons ni eso: sus poses y gestos demoníacos siempre son suficientes para volver locos a los
'headbangers'.
También fue original el inicio que ahora usan Kiss, con una proyección en sus enormes pantallas de una vista por satélite de Google Earth que se iba acercando primero a Europa, luego a España, luego a Madrid y finalmente, el Palacio de los Deportes. En ese momento Gene Simmons aplastaba de un pisotón el pabellón y aparecían sus cuatro integrantes en el
backstage a punto de entrar al escenario. Era su conquista del Palacio.
22 canciones en total para no olvidar una noche que se cerró con una impresionante lluvia de papeles que ni permitía ver el fondo del escenario, atronadoras tracas y despedidas interminables. Las estrellas de la noche fueron
'Crazy Crazy Nights', 'Love Gun', 'Shout It Out Loud', 'I Was Made For Lovin' You' y cómo no
, 'Rock And Roll All Nite', que sonó la última, llevando al delirio a Madrid, que anoche tuvo el honor de ser 'Madrid Rock City' durante unas horas.
- Setlist del concierto:
01. Modern Day Delilah
02. Cold Gin
03. Let Me Go, Rock'n'roll
04. Firehouse
05. Say Yeah
06. Deuce
07. Crazy Crazy Nights
08. Calling Dr. Love
09. Shock Me
10. I'm An Animal
11. 100,000 Years
12. I Love It Loud
13. Love Gun
14. Black Diamond
15. Detroit Rock City
Encore:
16. Beth
17. Forever
18. Lick It Up
19. Shout It Out Loud
20. I Was Made For Lovin' You
21. God Gave Rock 'n' Roll to You II (de Argent)
22. Rock And Roll All Nite
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