Lo anunció en rueda de prensa tras la reunión de la comisión política de inmigración en que los grupos debatieron un informe jurídico de los servicios jurídicos municipales, y que constata que el Consistorio no puede prohibir el 'burka' en la calle pero sí en los equipamientos exclusivamente del Ayuntamiento, como centros cívicos, bibliotecas, mercados y guarderías.
Hereu defendió la medida por seguridad, y por ser una expresión "de sentido común". "No es posible entrar en un equipamiento y que no se permita la identificación", advirtió, y defendió que "de ninguna manera es atentar contra ninguna creencia religiosa". Por ahora, su socio de gobierno, ICV-EUiA, cree que no debe regularse, y el PP defiende una regulación también en la calle.