Será la primera visita de Benedicto XVI a América Latina. Durante su estadía en San Pablo y Aparecida llamará a la defensa de la vida y bregará por una nueva evangelización. Será protegido por 10 mil hombres de la Policía y el Ejército
Se trata de un operativo similar al montado para la llegada del presidente de los EEUU, George Bush.
Decenas calles y avenidas estarán cortadas, los recorridos de las líneas de colectivos serán alteradas, el espacio aéreo estará restringido y habrá un fuerte esquema de seguridad con un batallón de 10 mil hombres de las fuerzas armadas y policías civil, militar y federal.
En Aparecida, el Papa inaugurará el domingo la Conferencia de Obispos de América Latina, la primera en 15 años, en la cual estarán representados todos los países de la región más católica del mundo.
Aún fresca la derrota sufrida por la Iglesia católica con la despenalización del aborto en México, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, aseguró que el Papa enviar "mensajes fuertes" a los gobiernos latinoamericanos sobre "el derecho a la vida".
El presidente de Brasil, Lula da Silva, católico, declaró a emisoras brasileñas que como ciudadano es contrario al aborto pero que como gobernante debe tomar en cuenta que se trata de un problema de "salud pública".
Varias iniciativas para despenalizar el aborto en Brasil, el país con más católicos del mundo, están a consideración del Congreso y el mes pasado el ministro de Salud, José Gomes Temporao, abogó por someter el tema a plebiscito.
Organizaciones que defienden la legalización del aborto planean una manifestación en Sao Paulo durante la visita del Papa.
En San Pablo, el Pontífice se alojar en el remozado monasterio de Sao Bento, cuyos orígenes se remontan a 1598, que ser vigilado por m s de 200 miembros de la policía y las fuerzas armadas, además de la tradicional Guardia Suiza del Vaticano.
El viernes el Papa canonizar al monje franciscano Antonio de SantAnna Galvao, llamado Fray Galvao (1739-1822), primer santo nacido en Brasil. Un millón de fieles son esperados en esta misa campal en el aeródromo de Campo de Marte en Sao Paulo.
Será la primera visita de Benedicto XVI a América Latina, donde viven cerca de la mitad de los católicos del mundo, unos 415 millones de fieles.
América Latina "da grandes señales de esperanza, de crecimiento misionario y de empeño laico" y la visita del Papa permitir relanzar la evangelización, la solidaridad y la justicia en el continente", aseguró Berone el lunes en Roma.
Pero la Iglesia católica sufre una dura hemorragia en Brasil: el porcentaje de católicos cayó en 10 años, y pasó de 74% a 64% de la población, según una encuesta del instituto de opinión pública Datafolha.
Las iglesias evangélicas, en especial las pentecostales, no paran de ganar adeptos, principalmente en las favelas desprotegidas de las grandes metrópolis.
Para revertir ese cuadro "la Iglesia precisa salir de la parroquia y de sus instituciones, donde espera que las personas vengan en vez de salir en busca de ellas", subrayó el cardenal brasileño Claudio Hummes.
Lula, en tanto, anunció que en su entrevista con el Papa plantear su deseo de que "la Iglesia participe en casi todas las políticas públicas para el pueblo m s pobre, para el oprimido".
La lucha contra "la dictadura del relativismo" y por "la defensa de la familia", estarán también en el centro del mensaje papal, mientras que un Encuentro con los Jóvenes figura en su programa el jueves en el estadio de Pacaembú.
La asamblea de obispos brasileños llamó el lunes a la evangelización de la juventud a través de la participación ciudadana y política, y de la lucha en la sociedad por una "vida digna".