Spiderman y el MAS

Esta semana se ha estrenado la tercera entrega de Spiderman, el hombre araña que combate y derrota a tres enemigos temibles: “el duende verde”, Venom y “el hombre de arena”. Pero surge a lo largo de las dos horas y media, el peor enemigo, el más jodido, Spiderman mismo. Un virus y un traje negro convierten al propio hombre araña en su peor contricante. La lucha contra sí mismo es quizás la peor de las batallas, la guerra contra nuestros peores vicios, los más dañinos y perniciosos, los que nos corrompen desde dentro, poquito a poquito, sin darnos cuenta. Los que nos hacen peores personas, más avinagrados, antipáticos, soeces, corruptos, vengativos, egoístas, acaparadores… El lado oscuro de nuestra alma. ¿No es éste el mayor de los peligros para el propio gobierno de Evo Morales? ¿No tienen la percepción, a veces, que el mayor rival del MAS está dentro de su ser? Y no hablo únicamente del lamentable episodio de los avales. Me refiero a las luchas intestinas al seno del movimiento. Pareciera que, ante la falta de una oposición real y sobre todo creíble ante la sociedad, el MAS se dedica a fabricarse una oposición, amén de las “oportunas” apariciones del alicaído Tuto Quiroga. Por no meter, el pobre, ya no mete, ni miedo, como el monstruo del Lago Ness. Entonces, el MAS se estaría volviendo, consciente o inconscientemente, en Spiderman. Derrotados todos los contricantes, nos fabricaremos unito acá en la casa, ¿no ve? Neomarxistas contra neoindigenistas, movimientos contra clasemedieros. Así,cuando las papas ardan de verdad, hacemos piña todos para luchar contra la derecha. ¿Contra Goni vivíamos mejor?