El autobús de la discordia

   Un autobús adornado con dos grandes retratos del ex dictador soviético Iósif Stalin ha desatado la polémica en San Petersburgo. Se trata de un ‘homenaje’ como conmemoración del 65 aniversario de la victoria rusa sobre Alemania en la II Guerra Mundial. Claro que al que se le ha ocurrido la brillante idea no ha reparado en el hecho de que Stalin es el responsable de la muerte de millones de compatriotas… o no ha querido reparar.

   Las autoridades deberían evitar el homenaje a figuras tan polémicas, que pueden herir, con toda la razón, la susceptibilidad de muchos ciudadanos. Lo único que se crea con iniciativas como esta es sacar lo peor de la gente, ya que hasta los propios impulsores de la idea temen por la seguridad del autobús. Es lo que pasa cuando se reivindica una figura que lleva asociada la palabra ‘Gulag’ a su mandato.