La primera llamada de
Zapatero a
Mariano Rajoy para invitarle a La Moncloa se produjo el pasado sábado a media día. La conversación fue “cortés y breve”, según las fuentes consultadas. Pero el día y la hora -el próximo miércoles a la diez de la mañana- se cerró este lunes a primera hora de la mañana.
Ante la esperada cita, la prudencia se ha instalado en Génova para no enturbiar el encuentro. Así, la secretaria general del PP,
María Dolores de Cospedal, afirmaba este lunes tras la reunión del Comité de Dirección del PP que “por ahora, la agenda es la que es”, mientras recordaba que quien ha fijado los asuntos a tratar es “quien ha convocado la reunión”, es decir, el presidente Rodríguez Zapatero. Por respeto a su anfitrión, Rajoy acudirá a la cita sin imposiciones y “con la mejor disposición”.
Pese al pésimo clima político que se ha instalado entre ambos partidos y la escalada de tensión que mantienen los dos líderes, en Génova opinan que “la mejor manera es no ir criticando de antemano la reunión”, según dijo en tono conciliador la número dos del PP” que remachó que “ese es el espíritu con el que va (Rajoy) y es el que tiene que ser”.
Dicho esto, la dirección del PP añade que lo que no va a poder evitar Rajoy es reiterar a Zapatero la necesidad de que se ponga en marcha cuanto antes “un auténtico plan contra la crisis económica” y de que el Gobierno aborde las reformas estructurales más urgentes, como para el PP es la del mercado de trabajo dado el alarmante aumento de la cifra de parados, que sobrepasa los cuatro millones y medio.
“Que los ciudadanos les vean remangados”
En el PSOE insten en que, en principio, solo hay esos dos temas encima de la mesa: la ayuda a Grecia y la reforma del sistema financiero español. Pero sobre todo destacan que lo importante es que Zapatero haya tomado la iniciativa de llamar al líder de la oposición “para abordar esos dos temas de calado que tienen repercusión dentro y fuera de nuestra fronteras”.
Según
Leire Pajín, “lo que quieren los ciudadanos es verles trabajando, remangados” buscando soluciones “para llegar a acuerdos y no enfrentados y discutiendo todo el día”, una percepción que, según delatan todas las encuestas, está deteriorando la imagen tanto de un Zapatero como de Rajoy y, en general, está afectando muy negativamente a toda la clase política.
Un encuentro para romper el hielo
Lo que ninguna de las dos partes aclara – y menos desde el PP- es si la corrupción y el pacto para luchar contra esta lacra saldrá también a colación durante el encuentro. Todo apunta a que no es el momento.
Tampoco se esperan acuerdos ni calendarios concretos de trabajo sobre lo que hablen el miércoles. Pero al menos el encuentro servirá para romper el hielo y suavizar el clima de tensión que se ha instalado entre los dos dirigentes y las dos formaciones que representan. El mejor síntoma para saber cómo ha ido el encuentro será comprobar si tras la reunión el presidente ofrece una la rueda de prensa y si Rajoy habla en Moncloa o lo hace en Génova.
Desde luego, Cospedal no pareció demasiado entusiasmada con esta enésima entrevista. Y es que la dirección del PP teme que como siempre todo se limite a una foto y un “nuevo engaño” del presidente.