El mercado de acciones español está tocado. En abril, fue la única bolsa europea que cerró en negativo y el final fue el segundo peor del año. Hay factores internos preocupantes en esta evolución negativa de la bolsa y que merecen una reflexión de los implicados en el mercado y sobre todo del Gobierno después de que el presidente de la CNMV diera muestras evidentes de que la autonomía e independencia en su caso no existe.
Los expertos señalan que durante el mes de abril y algunas de estas primeras jornadas de mayo no sólo se ha producido la sangría conocida y que ha afectado sobre todo al sector inmobiliario y por ende al bancario, sino que ha habido grandes salidas de capital de fondos extranjeros. Ambas cosas son preocupantes. La primera porque nuestra economía depende excesivamente del factor inmobiliario y la segunda porque está claro que lo ocurrido en España con los reguladores y el comportamiento de los asesores de Zapatero e incluso la del vicepresidente ya ha calado y ha llegado a los centros mundiales de decisión de inversiones. Esta semana conocíamos un informe de Estados Unidos en el que se recomienda obviar a España por su escasa seguridad jurídica.
El asunto es grave y serio. Ya lo era antes y lo es más después de la salida de Conthe. El problema es que con la llegada de Segura no se ha dado al mercado precisamente la tranquilidad que era necesaria. Al contrario, con sus declaraciones el nuevo presidente de la CNMV ha puesto aún más en la picota al Gobierno, a los asesores del presidente en Moncloa y a sí mismo. Si ya la falta de independencia y autonomía estaba más que en entredicho, ahora ya no hay palabras para describir la situación. Hubo llamadas decisivas, hubo presiones para cambiar argumentos... Y sobre todo, hay una actitud, la mostrada por Segura, de que ahí y funcionando así todo va bien.
¿Quién no tiene amigos en el Gobierno que además de presionarle le gestionan el patrimonio? Felipe González también ponía la mano en fuego por algunos y se la quemó. Intentar salvar a Carlos Arenillas, que insiste en que por no saber no sabe ni el importe de la cena que tuvo que conoce todo el mundo y las consecuencias que tuvo, es dejar a la CNMV a los pies de los caballos y a la bolsa a merced de los fondos extranjeros. Pero en fin, la semana pasada el mercado recuperó el aliento. Veremos si se puede mantener.