Grecia se compromete a adoptar nuevas medidas de rigor para obtener ayuda
lunes 26 de abril de 2010, 21:15h
Grecia prometió este lunes que anunciará nuevas medidas de ahorro cuando concluya las actuales negociaciones con la UE y el FMI para lograr la ayuda financiera solicitada, mientras sus obligaciones seguían sufriendo la presión de los mercados y los mandatarios de la eurozona procuraban dar muestras de consenso.
El ministro griego de Finanzas, Giorgos Papaconstantinou, aseguró desde Atenas que existe "una posición común que es simple, y es que Grecia debe reducir drásticamente sus déficits en los próximos años, controlar su deuda y hacer ajustes estructurales para hacer la economía griega más competitiva".
La reducción del déficit público "es una dirección con la que nos comprometemos y que se traduce en medidas y políticas concretas, que serán anunciadas en cuanto haya terminado el proceso" de negociación con la UE, el Fondo Monetario Internacional y también el Banco Central Europeo (BCE), añadió el ministro.
Por el momento, Grecia ya se ha fijado como objetivo para este año reducir su déficit fiscal al 8,7% del PIB. La tarea es colosal, puesto que en 2009 fue del 13,6%.
Grecia solicitó el viernes activar el mecanismo de ayuda del FMI y la UE, que sería por tres años y que en 2010 ascendería a 45.000 millones de euros. Actualmente, el Gobierno negocia medidas suplementarias de ahorro para 2011 y 2012, condición indispensable para que su demanda sea satisfecha.
El desbloqueo de la ayuda es cada vez más apremiante, ya que el 19 de mayo el Tesoro griego tiene un vencimiento de deuda de 8.500 millones de euros.
Ante el Parlamento, el ministro Papaconstantinou calificó de "crítica" esa fecha, en la que deberá reembolsar "obligaciones por alrededor de 9.000 millones de euros". "Hasta entonces, nuestras necesidades de préstamo están garantizadas, pero las condiciones de los mercados, todo el mundo es consciente, son prohibitivas" para realizar un préstamo, añadió.
Otro elemento de presión es la continua subida del rendimiento de los bonos de deuda griegos a 10 años, que este lunes batieron un nuevo récord histórico, alcanzando el 9,385% (frente al 8,680% del viernes por la noche). Los bonos a dos años se dispararon por encima de 12,85%.
En medio de una crisis sin precedentes que pone a prueba la gobernanza de la zona euro, varios líderes europeos procuraron este lunes dar muestras de consenso, después de que estallara una polémica entre Alemania e Italia.
"Acción rápida"
El presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, defendieron "una acción rápida y resuelta contra la especulación que apunta a Grecia, para asegurar la estabilidad de la zona euro".
Poco después, la canciller alemana, Angela Merkel, que en todo momento se ha mostrado muy exigente con el Gobierno griego, declaró que tiene "confianza" en las negociaciones que éste mantiene actualmente en Atenas con el FMI, la Unión Europea y el BCE para establecer medidas de ahorro en 2011 y 2012.
Las declaraciones de Merkel calmaron la tensión que se creó por la mañana con las declaraciones de su ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle.
El ministro repitió la posición oficial alemana, a saber, que su país no ayudará financieramente a Atenas sin contar antes con un programa creíble de reducción del déficit griego, lo que su homólogo italiano, Franco Frattini, criticó como una postura "rígida" que "preocupa" a Roma.
Mientras tanto, en Grecia se producían nuevos paros en protesta por las medidas de rigor presupuestario ya puestas en marcha por el gobierno.
Este lunes, los pilotos de la fuerza aérea se negaron a efectuar misiones que no sean de emergencia en contra de las reducciones salariales y los barcos bajo bandera griega estaban bloqueados en el principal puerto del país en huelga contra la decisión del gobierno de abrir el sector a la competencia extranjera.
La oposición de derecha tampoco dejó pasar la ocasión, y acusó el domingo al gobierno de entregar Grecia al "control sofocante" del Fondo.