Leo una noticia que comenta que en un Hospital británico una enfermera fue arengada por sus superiores para que se quitara su crucifijo por motivos higiénicos y que temporadas más tarde publica en sus estatutos que las mujeres de religión musulmana pueden cubrirse los antebrazos si así lo desean.
Esta noticia es de las que constituyen un caramelito, a veces envenenado, para hacer demagogia y, además, de la barata. Por un lado los agnósticos y ateos radicales que propugnarán la laicidad del estado en todas sus formas y que no querrán el derrumbamiento de las catedrales por temor a ser tachados de agresivos. Y por el otro lado los católicos a ultranza o, mejor dicho, los energúmenos que confunden la palabra de Jesús con la palabra de la Santa Inquisición (que manda huevos ponerle el adjetivo Santa a terrorífica institución). Y entonces ya la tenemos liada. Entramos en el debate de siempre cuyo lema prevaleciente es: y tú más. Tenemos por un lado el que no cree porque no admite que lo mangoneen (y hace muy bien) y que si lo dejaran quemaría las iglesias y por el otro lado el que es más papista que el Papa y hace una cruzada pero sin las huestes de Ricardo Corazón de León . Porque aquí siempre salen a la gresca los más radicales, no se crean. Y ya está el cisco montado y las dos Españas y el rollo patatero de siempre. Y cuando una sale a defender su fe se le tacha de facha y el que sale a defender su derecho pleno y absoluto de no creer en nada se le insulta diciéndole progre de mierda y otras lindezas.
Y todas estas cosas las llevo pensando ya una larga temporada y estoy empezando a llegar a unas conclusiones, muy probablemente erróneas, pero conclusiones al fin y al cabo, en las cuales deduzco que en TODOS los gobiernos, así sean de extrema derecha o izquierda, de centro o de lo que sea hay una figura oculta que los ciudadanos desconocemos pero cuya existencia es vital para el buen funcionamiento del mando. Y esa figura, maquiavélica para más señas, se encarga de azuzar y calentar al pueblo con viejas heridas para que entre ellos se peleen y así dejen de observar la triste realidad que les asiste; esto es, el gobierno de mierda que les ha tocado. Me perdonan la expresión pero no encuentro una más fina y educada que la sustituya y que signifique lo mismo.
Vean España en este gobierno actual (en los anteriores igual, ojo). Que si quitamos los crucifijos, que si quitamos la religión, que si la Iglesia es esto, que si es lo otro…¿resultado? Las huestes más conservadoras vociferando en la radio, artículos de opinión rescatando hasta Paracuellos!!!! Tertulianos insultándose y el pueblo dividiéndose entre tigres y leones y mientras los que gobiernan dedicándose a otros menesteres y sus aledaños metiendo la mano en las cajas y robando a todo quisqui porque aquí tonto el último. ¿Que se creen ustedes? Aquí los Gürteles, las Malayas y otros robos a gran escala se han hecho mientras nos dedicábamos a discutir velo sí, velo no o quítame ese crucifijo que me da alergia.
Estoy harta de mi país, estoy harta de la dicotomía de la izquierda y la derecha. Estoy hasta las narices de los discursos demagógicos y del pensamiento único. Reclamo ya líderes que no se pierdan en vaguedades, que vayan a lo que realmente nos importa y que hacen perder el tiempo con tonterías varias que no nos hacen ni muchísimo menos avanzar. El que quiera rezar, que rece, el que se quiera casar con alguien de su mismo sexo, que lo haga…a mí eso me resbala, yo lo que quiero es que legislen y pongan empeño en temas que nos afectan a todos como el empleo, la sanidad, las leyes de protección a los menores, a las mujeres maltratadas. Que todo lo demás es importante, necesario, pero no imprescindible en el debate continuo.
Y así, mientras el pueblo discute, ellos se ríen. ¿ven como si que hay un cargo maquiavélico que se dedica a esto?
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