Los gastos previstos pendientes de imputación presupuestaria alcanzarían un importe de 600 millones de euros, lo que implica la disminución del superávit a esta fecha.
El superávit que registró la Seguridad Social en febrero fue consecuencia de unos ingresos que alcanzaron los 20.354,60 millones de euros, un 0,35% menos, y de unos pagos que sumaron 15.752,41 millones de euros, un 5,76% más.
En términos de caja, estas operaciones no financieras se concretan en una recaudación líquida de 19.008,63 millones de euros, con un descenso del 0,54%, mientras que los pagos presentaron un aumento del 6,33%, hasta los 15.630,21 millones.
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, destacó que la Seguridad Social encara 2010 con equilibrio en sus cuentas que a partir de 2011 reflejarán la mejoría de la situación económica, con un incremento de los beneficios del sistema que garantizarían las futuras pensiones de los españoles.