Y es que el presidente francés,
Nicolas Sarkozy, va a tener que hacer frente al duro golpe que ha sido para sus fuerzas de seguridad el asesinato de ETA durante el tiroteo de la noche del martes en suelo galo. Sarkozy se mostró decidido a que los etarras que han matado a su compatriota sean detenidos y “severamente castigados” por este crimen que, añadió, “enluta la comunidad nacional”. También dijo que el agente murió “en el ejercicio de su deber en la lucha contra la criminalidad y el terrorismo”.
Estas declaraciones son importantes ya que en el ámbito europeo todavía hay recelos para calificar a ETA de banda terrorista, tachándose en algunos medios de comunicación del continente de "banda separatista". Francia, quizás con este triste asesinato, disipe toda duda en su ámbito nacional.
Igualmente y antes de hacerse pública esta declaración, el primer ministro francés,
François Fillon, condenó la muerte del policía, que, según sus palabras, fue “fríamente asesinado por un grupo terrorista”. Fillon también señaló la voluntad de su país de “luchar contra el terrorismo y todas las formas de violencia”.
La izquierda 'abertzale' lamenta la muerte, pero no la condena
Y como también les contábamos ayer, la autodenominada izquierda abertzale sigue cerrándose el paso para la legalización. Tenía una buena ocasión para mostrar su buena voluntad, pero se limitó, a través de un comunicado, a “lamentar” la muerte del policía francés. Nada de condena y, además, calificaba lo sucedido de "hecho fortuito y no una acción premeditada de ETA". Como dijo
Rubalcaba, ministro del Interior, a modo de aviso, "quien no condena los atentados no pueden pedir votos"...
Mientras tanto y en lo que se refiere a la acción policial, los medios de comunicación apuntan la probabilidad de que la banda terrorista buscaba renovar su flota de vehículos, mermada tras las últimas actuaciones policiales.
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