"Por encima de los desencuentros personales hay que llevar adelante el gran encuentro de los dos pueblos", aseveró Iglesias en alusión a la controversia que mantienen los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez, con cruces de acusaciones e incidentes fronterizos.
"Como países hermanos, con historias compartidas, (Colombia y Venezuela) deben oírse mutuamente y a partir del diálogo encontrar los puntos de acuerdo. Se impone una salida, pero los aspectos de orden personal son los que complican la situación", observó Iglesias.
Venezuela congeló sus relaciones con Colombia en julio a raíz de un acuerdo militar firmado en octubre entre Bogotá y Washington que permite a soldados estadounidenses el uso controlado de bases colombianas. El gobierno de Hugo Chávez considera que el convenio es una amenaza directa para su país.
En un encuentro de fin de año con la prensa, Iglesias también hizo referencia a la crisis desatada por el golpe de Estado del 28 de junio en Honduras y deploró "que no se haya restituido la democracia como era la aspiración casi unánime de la comunidad internacional mediante el cumplimiento del Acuerdo de San José".
Consultado acerca de una salida para el mandatario depuesto Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 21 de septiembre, Iglesias se mostró cauto. "Se pudo haber encontrado soluciones viables" y ahora "deberemos esperar el desarrollo de los acontecimientos", agregó.