El contacto se logró la semana pasada, dos semanas después de que Al Qaeda reivindicase la captura de los tres españoles y de un francés apresado en el sureste de Malí, el país al que han sido trasladados todos los rehenes.
El presidente de Malí, Amadou Toumari Touré puso a disposición de los efectivos del CNI y de la DGSE francesa desplazados a la capital de ese país a varios de sus funcionarios que conocen bien la franja desértica norte, dónde Al Qaeda tiene sus santuarios.
Estos funcionarios contactaron con un jefe tribal de la zona que ha actuado como intermediario en varios secuestros de europeos en el Sáhara desde 2003. El jefe tribal del norte de Malí ha establecido ya contacto con el jefe local del grupo terrorista que tiene secuestrados a los cooperantes españoles. Esta es la cadena de contactos que se ha iniciado y cuyos hilos moverán los agentes del CNI. El procedimiento es largo, ya que por lo general los secuestros no duran menos de cuatro meses y a veces se alargan hasta ocho. Esto se debe a que las negociaciones están supeditadas a desplazamientos hasta zonas remotas del país.