Hay dos contiendas este 5 de julio, la de los votos y la de los distritos; en la primera, en el grupo de votantes con mayor propensión a ir a la urna el PRI obtiene el 34 por ciento de las preferencias; el PAN el 31 por ciento; el PRD el 15 por ciento y todos los otros partidos juntos llegan al 13 por ciento, según la encuesta de Mitofski correspondiente a mayo.
La encuestadora agrega que a pesar de que la contienda por los votos aun está fuerte entre el PAN y el PRI, "cuando hacemos escenarios de posible composición del Congreso, en la segunda contienda, la de los diputados, las preferencias hoy nos muestran que el PRI es quien más diputados tendría en la próxima Cámara de Diputados, "sin mucha pelea".
La encuestadora informa asimismo lo siguiente:
El número de diputados del PRI podría fluctuar entre 210 y 238, lo que de entrada representaría tener más del doble de los que logró hace 3 años y estaría en concordancia con el resultado de hace 6 años (en este grupo de posibles diputados, se consideran aquellos que logre ganar la alianza PRI-PVEM).
El PAN, en este escenario, tendría entre 148 y 171 diputados, también en el rango que alcanzó en 2003 y que en caso de concretarse significaría una disminución de entre 35 y 58 diputados respecto a 2006 (aunque la justa comparación debe ser con 2003, y en ese caso no está en situación de disminución).
El PRD, que hace 6 años alcanzó 97 diputados, muestra un intervalo probable de 80 a 93 para la legislatura 2009-2012. El PVEM, sin considerar a los que pueda obtener de la alianza PRI-PVEM, alcanzaría entre 9 y 14 diputados, que al unirse a los de distrito podrían llegar a los 17 que lograron en 2003.
Considerando que el PT, Convergencia y Panal están en condiciones de conservar el registro pero aún en riesgo de no lograrlo, el rango de cada uno de ellos iniciaría en "cero" y podrían tener hasta 7 diputados.
En caso de confirmarse las preferencias actuales echaría abajo el pronóstico de la desaparición de muchos “pequeños” y se explicaría tanto por propuestas como la pena de muerte como por el apoyo de Andrés Manuel López Obrador a dos de esos partidos. Es decir, los llamados partidos bisagra, que tan importantes resultan en las coaliciones, sobreviven.
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